El trágico destino que espera a Mario en Cruz de navajas, uno de los clásicos de Mecano, se endulzará sobre el escenario del Auditòrium de Palma, donde se instala, desde hoy y hasta el próximo 16 de agosto, Hoy no me puedo levantar. Será gracias a María, "una bailaora muy echada pa´lante, con un punto de chulería, que se vuelve vulnerable al enamorarse de él", explica Tania García, su intérprete de un tiempo a esta parte.

"Llevo sólo tres meses y estoy flipando", se sincera una de las últimas artistas en incorporarse al musical, que da al personaje un toque personal gracias a su punto de conexión con el personaje: la pasión por el flamenco. "Participé en un musical anterior, de copla y flamenco, y la misma empresa me propuso intervenir en Hoy no me puedo levantar", señala. Un musical que han disfrutado ya más de 1.600.000 espectadores porque, dice, "todos nos sentimos relacionados con alguno de los personajes", inmiscuidos en "una historia muy real" que concede tiempo para la risa y el llanto, y también para la nostalgia de la mano de Colate, afectado por el sida.

"Tengo mucho respeto al musical", explica, "y también a interpretar canciones de un grupo tan grande" del que no tuvo tiempo de ser fan. "Sólo tengo 21 años, pero me acuerdo que de chiquitita cantaba algunas de sus canciones".

De entre todas, se queda con Mujer contra mujer, "una historia increíble, con una letra preciosa, que cantaba mucho en el karaoke", aunque su lista incluye también El fallo positivo o Me cuesta tanto olvidarte. "Mecano no es grupo de una sola canción", recuerda la intérprete, convencida de que, si no se hubiera roto, el grupo seguiría siendo hoy puntero.

"Ahora volvemos un poco a los 80; todo lo que hay de moda es un recuerdo a esa década", afirma García. En su imaginario, "un tiempo para desmelenarse, en que no había vergüenza para nada, y en el que muchos homosexuales pudieron salir del armario", asegura. En el lado negativo, "la gente se volvió un poco loca con las drogas".

La de Mallorca será la última actuación de la gira del musical, que en septiembre se trasladará a Barcelona con importantes cambios. Entre ellos, la entrada de dos de los concursantes de la última edición de O.T., Samuel y Cristina, con los que la alicantina compartirá escenario.

"Ya sé que hay gente con mucho talento y que le cuesta más conseguir un trabajo, pero ellos también han superado un casting", esgrime, para reconocer después que los triunfitos servirán de gancho para atraer "mucho más público" a un espectáculo con entradas casi siempre agotadas.