La vigilia tuvo lugar en un hipódromo de la ciudad australiana y estuvo precedida con un concierto de rock y otras músicas modernas cantadas y bailadas por los jóvenes peregrinos en una noche fresca del invierno de Sídney.

El escenario tenía en su frontispicio la imagen de una paloma que simbolizaba el Espíritu Santo, tema central al que se ha dedicado la Jornada Mundial de la Juventud.

Ya de noche, la vigilia comenzó cuando se iluminó el escenario con "una luz llevada por bailarines que imitaban la apertura al Espíritu Santo", según explicó la organización de la Jornada Mundial de la Juventud.

Después se llevó al podio una gran cruz de madera, la misma que llegó a Sídney el lunes para el comienzo, un día después, de este acontecimiento religioso católico.

Más tarde entró en el escenario Benedicto XVI, acompañado por doce jóvenes peregrinos, mientras por los altavoces se escuchaba el himno "Nuestra Señora de la Cruz del Sur".

Una mujer aborigen encendió entonces las velas de doce peregrinos que a su vez iluminaron las de los obispos y la asamblea de fieles allí reunida, mientras siete jóvenes invocaron la intercesión del Espíritu Santo.

A continuación, el Pontífice advirtió a los miles de jóvenes contra el relativismo y les explicó el Espíritu Santo, del que dijo "es la Persona olvidada de la Santísima Trinidad".

"Ciertamente, la sociedad hoy está siendo fragmentada por cierta forma de pensamiento que tiene una inherente visión corta, debido a que no toma en cuenta un horizonte lleno de verdad, la verdad acerca de Dios y acerca de nosotros. Debido a su naturaleza, el relativismo falla cuando desea ver todo el panorama, pues ignora los verdaderos principios, los que nos permiten vivir y florecer en unidad, orden y armonía", aseguró.

Luego señaló las dificultades de la tarea de explicar el Espíritu Santo cuando dijo "parece ser que entenderlo claramente está más allá de nuestro alcance".

El Papa destacó que básicamente el papel del Espíritu Santo es el de "cumplir el trabajo de Cristo".

Benedicto XVI se ayudó después de San Agustín para ahondar en la cuestión ante los jóvenes, muchos de ellos niños y menores de edad, y les indicó que el pensamiento de ese teólogo "evolucionó gradualmente".

"Cuando era joven él siguió el maniqueísmo", les comentó antes de añadir: "Esto le guió a tres particulares pensamientos acerca del Espíritu Santo como el enlace de la unidad entre la Santísima Trinidad: unidad como comunión, unidad amor que habita y unidad de dones y ofrecimiento".

Al final de su discurso, Benedicto XVI se dirigió a los jóvenes en varios idiomas, como suele hacer habitualmente.

A los de lengua española, les dijo: "Queridos amigos, el Espíritu Santo dirige nuestros pasos para seguir a Jesucristo en el mundo de hoy, que espera de los cristianos una palabra de aliento y un testimonio de vida que inviten a mirar confiadamente hacia el futuro".

Y añadió: "Os encomiendo en mis plegarias, para que respondáis generosamente a lo que el Señor os pide y a lo que todos los hombres anhelan. \u00A1Qué Dios os bendiga!".

La vigilia continuará durante toda la noche y los peregrinos pernoctarán en el hipódromo, donde mañana Benedicto XVI oficiará una misa, en la que anunciará el lugar de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará previsiblemente en Madrid en el año 2011.