Balears es en el primer semestre de este año la comunidad autónoma con la mayor prevalencia de mujeres asesinadas a causa de la violencia doméstica.

El número de mujeres menores 25 años asesinadas por sus parejas o ex parejas en España ha aumentado cerca del 133 por ciento desde el año 2001, según el director del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, José Sanmartín, quien afirmó que la edad de las víctimas "está bajando de manera tremendamente acelerada".

José Sanmartín presentó ayer el primer boletín estadístico sobre los asesinatos de mujeres a manos de su pareja o ex pareja, que tendrá carácter semestral y donde se pone de manifiesto que un total de 31 mujeres fueron asesinadas durante el primer semestre en España.

Sanmartín destacó que mientras antes las víctimas de estos asesinatos tenían edades comprendidas entre los 35 y 45 años, en la actualidad "cada vez son más jóvenes. Están muriendo muchas mujeres de 15 años y esto debería hacernos reflexionar sobre el tipo de educación en que las nuevas generaciones han sido formadas. Pensábamos que algunos dejes de la educación machista del pasado habían sido felizmente superados, pero ante la situación actual nos tememos que eso no es cierto", aseguró Sanmartín.

, quien indicó que del total de mujeres asesinadas durante el primer semestre de este año 7 eran menores de 25 años, cifra que en el mismo periodo de 2001 fue de 3.

El Boletín también destaca que el sesenta por ciento de los asesinos de mujeres son detenidos, y el 13 por ciento se entrega a la policía o autoridad judicial, lo que, según Sanmartín, "desmonta la falsa creencia" de que tras cometer el delito el autor se suicida "preso del arrepentimiento", ya que sólo se llegan a quitar la vida dos de cada diez.

Del total de asesinatos cometidos durante los primeros seis meses de este año once se produjeron en Andalucía, cinco en la Comunidad Valenciana, tres en la Comunidad de Madrid y otros tres en Cataluña, dos en las comunidades de Aragón y Baleares y uno en Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Extremadura y Navarra.

Sin embargo, la mayor prevalencia (número de mujeres mayores de 14 años por millón de habitantes) se registró en Baleares, el 5,49 por ciento, seguido por Navarra (4,17%); Aragón (3,85%); Andalucía (3,49%) y Comunidad Valenciana (2,71%), mientras que la media nacional se situó en 1,72 por ciento.

El Boletín también destaca que el setenta por ciento de las víctimas había denunciado antes de su muerte que era maltratada por su pareja o ex pareja, y que el agresor proviene de todos los niveles socio-educativos, ya que, como ejemplo, se cita que la mitad de los asesinos tenía un empleo cualificado.

Otro de los datos significativos que incluye el Boletín es que cuatro de cada diez mujeres que mueren a manos de su pareja o ex pareja lo hace en el ámbito rural, y también resalta, respecto a la vinculación de la pareja en el momento de ocurrir el asesinato, que el 38 por ciento de los cónyuges estaba en proceso de separación en el ámbito rural, frente al 18 por ciento en el urbano.

"Detrás de estos problemas se encuentra la mala socialización del hombre, que se potencia por la cuotas crecientes de independencia por parte de la mujer", afirmó Sanmartín, quien destacó que aunque viven y mueren más mujeres en el ámbito urbano "muchas más mujeres están dispuestas a separarse en el rural".

A su juicio, esta situación implica "un cambio de mentalidad que no es fácilmente aceptado por aquellos hombres que siguen anclados en la cultura tradicional".

Sanmartín explicó que cuando se ofrece una "mala información" sobre estos asesinatos en los medios de comunicación "se banaliza el problema, se genera una insensibilidad y puede crearse un fenómeno de mímesis y dar ideas a otros posibles agresores".

Criticó que los medios de comunicación recojan ideas de "personas no expertas", como vecinos de las parejas, que generalmente aseguran que se trataba de una "pareja modélica" o de un "buen chico", cuando el asesino "tiene el síndrome de la doble fachada: dentro de casa es un monstruo y fuera una persona amable. Es doctor Jeckyll y Míster Hyde".

Sanmartín explicó que el agresor doméstico es "un tipo inseguro, egocéntrico, narcisista y manipulador, que debido a su inseguridad ve en cualquier conducta que no responda a un rol social una amenaza a su autoridad, y que suele desinhibirse consumiendo sustancias tóxicas". EFE

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