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100 años de vuelos

Del Monocoque Hedilla II al Boeing 787 Dreamliner

Este pasado julio se han cumplido 100 años del primer vuelo entre la Península y Mallorca. Desde aquella fecha los cielos de la isla han sido surcados por miles de modelos

Salvador Hedilla realizó el vuelo Barcelona - Palma, a bordo de su avión Monocoque Hedilla II, en 2 horas y 16 minutos, aterrizando en el Prat de Son Sunyer.

2016 es el año del centenario, y no me refiero al del RCD Mallorca, querido equipo de fútbol al que los mallorquinistas queremos volver a ver en Primera División, sino al centenario del primer vuelo entre la Península y Mallorca. En efecto, el pasado 2 de julio se cumplieron 100 años desde que el piloto cántabro Salvador Hedilla Pineda realizara el vuelo Barcelona - Palma, a bordo de su avión Monocoque Hedilla II, en 2 horas y 16 minutos, aterrizando en el Prat de Son Sunyer. Por esta travesía, el Rey Alfonso XIII le concedió la Copa del Mediterráneo. Habían pasado 6 años desde que el francés Julien Mamet, pilotando un Blériot XI, hiciera un vuelo de demostración en Son Maciá (Marratxí), siendo la primera vez que un avión surcaba los cielos de nuestra isla, lo que causó una gran expectación en la sociedad mallorquina de la época, como también la causó la llegada del primer avión desde Barcelona.

El Monocoque Hedilla II era un avión monoplano diseñado y construido por el propio Salvador Hedilla en los talleres "Pujol, Comabella y Cía." de Barcelona, inspirado en el avión monoplano militar francés Vendôme. La estructura del fuselaje, del tipo monocasco con cuadernas y revestimiento metálicos, era una importante innovación tecnológica para la época, cuando la mayoría de los aviones tenían una estructura del fuselaje reticular recubierta de tela. Desde el punto de vista de un ingeniero, también se ha de destacar la pronunciada curvatura que tenían las alas, cuya estructura estaba basada en tubos de borde de ataque y salida, costillas delgadas, recubrimiento de tela y cables tirantes para asegurar su rigidez. Esta curvatura tiene el efecto aerodinámico de aumentar la sustentación a bajas velocidades y, de hecho, es lo que continúan haciendo actualmente los aviones al extender los flaps en las fases de despegue y, sobre todo, de aterrizaje: aumentar la curvatura de las alas para mantener la sustentación a las velocidades a las que se ejecutan esas fases del vuelo. El motor era un Le Rhône de 9 cilindros en estrella y 80 caballos de potencia, que movía una hélice bipala de madera. El avión podía alcanzar los 120 Km/h. Una réplica de este avión se conserva en las instalaciones de la Fundació Parc Aeronàutic de Catalunya, en el aeropuerto de Sabadell.

Monocoque Hedilla II que se conserva. Era un avión monoplano diseñado y construido por el propio Salvador Hedilla en los talleres "Pujol, Comabella y Cía." de Barcelona.

Tras este primer vuelo Barcelona - Palma, el crecimiento de la actividad aeronáutica ha sido exponencial. Entre los diferentes hitos que han jalonado la historia de la aviación en Mallorca hay que destacar los vuelos de exhibición realizados en 1921 por el piloto catalán Manuel Colomer, con base de operaciones en Son Bonet, aeródromo del que podría considerarse fundador, con su avión biplano Aviatik B-1. Colomer llegó a ser jefe de pilotos de la Compañía Aeromarítima Mallorquina, creada por un grupo financiero local. Esta compañía se hizo cargo del primer servicio aéreo de correo postal entre Barcelona y Palma, para el que se utilizaron hidroaviones Macchi M-18 y Savoia S-16. En estos años (1922) también se creó, en Portocolom, la primera escuela a nivel nacional de pilotos de hidroaviones, aunque su andadura no pudo superar el año por falta de alumnos matriculados, por lo que su fundador, Ángel Orté, decidió trasladar la escuela a Cataluña.

Iberia, Compañía Aérea de Transporte, fue creada en 1927 y, desde ese momento, comenzaron los vuelos comerciales que unían Madrid o Barcelona con Palma, usando los primeros aviones Rohrbach Ro VIII Roland. En 1929, Iberia se integró en CLASSA (Concesionaria de Líneas Aéreas Subvencionadas, S. A.), monopolio creado para impulsar la aviación comercial en España.

Un gigante del aire A380 Lufthansa Son Sant Joan en octubre de 2010. Z

La actividad de la aviación comercial continuó, en los años 30, con los aviones De Havilland DH.89 y Fokker F.VIIA de LAPE (Líneas Aéreas Postales de España fundada en 1932) y, posteriormente, de nuevo con Iberia con los Junkers 52. Por otra parte, la afición por la aviación privada y deportiva fue creciendo y en 1935 se inauguró, en las instalaciones de Son Bonet, el Aeroclub de Baleares.

No cabe duda de que el desarrollo de la aviación comercial y el desarrollo económico de Mallorca están íntimamente relacionados. De hecho, no puede entenderse el crecimiento turístico en nuestra isla sin la aviación comercial. En este sentido, también hay que destacar, por un lado, la creación en 1959, por Rodolfo Bay y Marta Estades, de la compañía Spantax, inicialmente Spain Air Taxi que, con un centro de conexión en Palma, se dedicó fundamentalmente a los vuelos chárter, y por otro lado, al crecimiento y desarrollo de las infraestructuras aeroportuarias de Son Sant Joan, a partir de 1960.

Aviones reactores emblemáticos como los Convair 990 Coronado, DC-8 y DC-10 de Spantax, sucedieron progresivamente a los veteranos DC-3, DC-4 y DC-6 propulsados con hélices, y fueron eficazmente utilizados para los vuelos chárter, convirtiéndose, en los años 70, en la segunda compañía chárter europea, por volumen de pasajeros. Junto a éstos, los DC-8 y Caravelle de Iberia y Aviaco, así como, con el paso del tiempo, los sucesivos desarrollos de aviones de las familias McDonnell Douglas, Boeing y Airbus, que, con las citadas compañías, o con otras líneas aéreas españolas tales como Hispania, Viva Air, Air Europa, Futura, Vueling, AlbaStar, por citar sólo algunas de ellas, forman parte de la historia y/o del presente de la aviación comercial en Mallorca.

Los últimos "gigantes" en llegar, el Airbus A380 de Lufthansa, en octubre de 2010, el avión comercial más grande del mundo, con capacidad teórica de hasta 850 pasajeros en configuración de "alta densidad de clase turista" y alrededor de 500 pasajeros en configuración clásica de tres clases (turista, business y primera). Y este año, el año del centenario del vuelo de Salvador Hedilla, el 12 de abril, aterrizaba por primera vez en Son Sant Joan un Boeing 787 Dreamliner de la compañía Air Europa, último desarrollo de Boeing, con capacidad para casi 300 pasajeros e incorporando las últimas tecnologías, incluida la capacidad Wi-Fi a bordo para el pasaje.

En un siglo hemos pasado de los primeros vuelos de exhibición, de los primeros raids considerados como gestas aeronáuticas, al transporte aéreo comercial, rápido, cómodo y seguro, impulsor determinante del desarrollo económico en nuestra isla. Y batiendo, año tras año, el record de operaciones en el aeropuerto de Son Sant Joan en un día, como los 1054 vuelos del pasado 16 de julio. Ya lo dijo Louis Blériot, diseñador del primer avión que, a los mandos de Julien Mamet voló por los cielos de Mallorca en 1910, "el sueño más hermoso que ha perseguido el corazón del hombre desde Ícaro es hoy una realidad". Entonces era una realidad incipiente, hoy es una realidad incuestionable.

(*) Ingeniero Aeronáutico

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