Esta semana fueron condenados dos hermanos gemelos por amenazar de muerte a un enfermero del hospital de Son Llàtzer, en Palma. Los hechos ocurrieron en febrero de 2015 en una sala de pruebas reservada para pacientes. El altercado se produjo porque los jóvenes, que acompañaban a su madre, no querían abandonar el lugar, pese a que se lo pidió en varias ocasiones el enfermero perjudicado. La situación fue tan rocambolesca que los hermanos iban entrando y saliendo y el personal estaba desconcertado porque no sabía si se trataba de una misma persona. Cuando le llamaban la atención a uno, decía 'yo no he sido, ha sido mi hermano'. Hasta que se aclaró que en realidad eran dos hermanos gemelos, con un gran parecido físico. Los dos jóvenes no lograron despistar a la Justicia. Ambos fueron acusados y también condenados por igual.

Un acusado precavido

Un acusado de integrar una activa banda dedicada a cometer hurtos en hoteles y paradas de autobús en Calvià entre 2016 y 2017 indicó esta semana durante el juicio en Palma que en una ocasión se dirigió a una parada de bus porque había bebido mucho y no quería coger el coche. "Yo regresaba de fiesta en Magaluf. No quería coger el coche, iba un poco borracho. Por eso, quería tomar el bus. En la parada, unos turistas sospecharon que yo les había robado la cartera", manifestó el sospechoso. "Vino la Policía, me cacheó y también registraron mi coche. Vieron que no tenía ninguna cartera y me dejaron libre", aclaró el encausado, quien insistió en que nunca sustrajo billeteros ni monederos.

Están más gordos

Una de las víctimas de la banda de 'descuideros' que actuaba en Calvià, un cliente español de un hotel de Magaluf, declaró en la vista oral a través de videoconferencia. El hombre explicó que le robaron la cartera con 75 euros y otros efectos personales en el momento de entrar en el ascensor del establecimiento. El perjudicado recordó que ese día, 21 de octubre de 2016, junto a él se hallaba una pareja de jóvenes, los sospechosos del hurto. A la hora de identificar a los autores entre los cinco acusados que estaban en la sala, el hombre dudó. "Ella puede ser, creo que sí, que era ella. Bueno, ahora está más gorda", precisó. Cuando observó al resto de encausados a través de la pantalla, manifestó: "Ahora están todos más gordos. Yo no sé si es la tele que los engorda. También es que han pasado dos años". La víctima concluyó: "Ellos no son. Han pasado dos años. Antes eran más jóvenes y ahora están más gordos". Mientras tanto, los acusados no pudieron evitar que se les escapara una sonrisa y empezar a reír.

La barbacoa

El jueves, poco antes de las nueve de la noche, varios ciudadanos alertaron a los servicios de emergencias por un incendio en un cuarto piso de la calle Aragó, en Palma. Los testigos veían salir humo de la vivienda y al lugar acudieron de inmediato patrullas de la Policía Local y dotaciones de los Bombers. No fue necesaria su intervención. En realidad se trataba de un grupo de personas disfrutando de una suculenta barbacoa.

Cambio de uniforme

Desde hace once años, 'Primo', Mateo y el resto de vigilantes de seguridad de los juzgados de Vía Alemania vestían un uniforme de color marrón. Desde el pasado día 1 han cambiado su indumentaria por una azul, ya que otra empresa se ha hecho cargo del servicio en el edificio judicial. Están como niños con zapatos nuevos.

Angustia por 'Bruna'

El pasado domingo, el responsable de Protección Civil de Escorca descubrió con angustia que su perra 'Bruna' había desaparecido. El animal, de 11 años, ha participado en varias búsquedas de personas y otros servicios y es muy querido entre los voluntarios de este cuerpo de emergencias. Todas las agrupaciones de la isla se volcaron para intentar dar con ella. La historia acabó bien. Esa misma noche, la perra fue localizada en Natura Parc y volvió con su dueño.