Puñetazos, patadas en la cabeza contra el suelo y los escalones, heridas en los costados al clavar botellas rotas. Esta salvaje agresión se produjo entre tres jóvenes británicos la madrugada del domingo en unos apartamentos de Punta Ballena. Los tres fueron detenidos por la Guardia Civil por varios presuntos delitos de lesiones. Tras ser puestos a disposición judicial, los arrestados quedaron en libertad con cargos.

La brutal pelea tuvo lugar sobre las cinco de la madrugada del pasado domingo en los pasillos de un bloque de apartamentos situados en Punta Ballena, en el corazón de Magaluf. Al parecer, dos jóvenes británicos acudieron al apartamento de unos compatriotas y les recriminaron que lanzaran objetos -entre otras cosas huevos- desde la terraza hasta zonas comunes.

Uno de ellos se encaró con los otros jóvenes y al parecer les increpó y agredió a uno de ellos. La violenta respuesta no se hizo esperar. Los dos moradores no se lo pensaron dos veces y le propinaron una lluvia de puñetazos que le hicieron caer.

Cuando este joven se encontraba en el suelo, los dos atacantes prosiguieron propinándole una serie de patadas en la cabeza, que le impidieron que pudiera incorporarse. Al compañero que había acudido con el agredido, y no había participado en los insultos ni en la agresión, le permitieron abandonar el lugar completamente indemne. Algo que hizo de inmediato.

El pasillo, según queda reflejado en una grabación captada por las cámaras de videovigilancia del bloque de apartamentos, quedó salpicado ya entonces por la sangre. Algunos otros residentes que salieron de su apartamento, al ver la ver la espeluznante escena, huyeron despavoridos.

La salvaje paliza fue ‘in crescendo’. Al joven que estaba sentado en el suelo le continuaron propinando patadas y golpes en la cabeza. También le clavaron una botella de cerveza rota, que le causó heridas en los costados. Uno de los que le golpeó con más fuerza estaba cubierto de sangre. La mayor parte era de la víctíma. Pese a la ingente cantidad de golpes recibida, el individuo consiguió ponerse en pie.

El joven se fue tambaleando hasta caerse por unas escaleras mientras los otros dos le seguían golpeando y clavándole la botella. Algunos de los golpes, le alcanzaron en la cabeza e impactó contra los escalones. A continuación, le quitaron los pantalones.

Su amigo salió a un balcón y comenzó a pedir auxilio. Agentes de la Policía Local y la Guardia Civil acudieron al establecimiento y detuvieron a los tres jóvenes. Dos de ellos precisaron de atención sanitarias por las graves lesiones que presentaban. La tarde del domingo fueron llevados ante el juez y quedaron libres con cargos.

El alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez, expresó su total rechazo y pidió al presidente de los hoteleros la inmediata expulsión de los agresores del establecimiento.