Un acusado de violar a una turista británica ebria cuando dormía en una hamaca en la playa de Magaluf en el verano de 2012 ha alegado hoy en el juicio que fue sexo consentido. El procesado, español de mediana edad, ha asegurado en la Audiencia de Palma que no sabía que la joven estuviera bebida. "La chica estaba consciente, si hubiera sabido que iba ebria, no hubiera tenido relaciones sexuales con ella", ha destacado ante el tribunal de la sección primera.

El sospechoso ha recordado que la madrugada del 9 de agosto de 2012 estuvo en varios locales de ocio de Magaluf y luego bajó a la playa. Según su versión, vio a una persona de color que estaba robando a las parejas que estaban en la arena. Por eso, se aproximó a una joven turista y le advirtió de que le iban a sustraer sus efectos y el bolso. "Entonces ella me dio las gracias, me abrazó, me besó y empezó a meterme mano por todo. Ella tomó la iniciativa, estaba bien, consciente. En ese momento, mantuvimos relaciones sexuales completas. Yo tuve sexo sin preservativo", ha detallado el hombre. Al acabar, ella se enfadó y el acusado se marchó del lugar, según ha indicado.

Luego, el procesado se dirigió hacia una patrulla de la Guardia Civil porque, según su versión, se encontraba mal al haber engañado a su mujer con una chica. "Pensé que me iba a traer problemas", ha manifestado ante la sala. "Fui a pedir ayuda a la Guardia Civil y acabé detenido. Fueron relaciones sexuales consentidas. Yo no he abusado de ninguna mujer en ningún momento", ha recalcado el acusado.

La fiscal ha solicitado para el sospechoso una pena de siete años de cárcel por un delito de abuso sexual al considerar que su versión carece de sentido. Mientras, la abogada de la defensa ha pedido la libre absolución de su representado al argumentar que no existen pruebas de cargo contra él, ya que la víctima ha declinado comparecer ante la Audiencia de Palma para no remover hechos pasados y tampoco una amiga, que se hallaba junto a ella en una tumbona en la playa de Magaluf. La letrada ha destacado que los hechos no han quedado probados.

El caso ha quedado visto para sentencia, después de que el procesado, en el turno de la última palabra, haya vuelto a insistir en su inocencia: "Yo no he agredido a esa mujer, no le he hecho nada".

Una agente de la Guardia Civil que patrullaba esa madrugada por la zona de Magaluf ha declarado que primero el hombre les dijo que había tenido sexo consentido con una joven a la que había dejado llorando. Luego, se personó una amiga de la víctima gritando e identicándole como el hombre que se había alejado de una hamaca después de haber estado encima de la perjudicada.

La investigadora ha explicado que posteriormente se entrevistaron con la afectada en el hotel en el que se hospedaba y que esta se hallaba nerviosa y llorando. Según su versión, la víctima también identificó al sospechoso y les relató que estaba durmiendo en la playa y que se despertó con el varón encima cuando la estaba forzando. La mujer británica hoy no ha querido comparecer en el juicio para no rememorar hechos pasados.