La intervención de una auxiliar de enfermería que actualmente trabaja como operadora del 061 resultó clave para salvar a la mujer apuñalada en Palma. "Estaba en casa de mi madre con mi hija. Ella vive en la calle Lluís Martí. Oí unos gritos de una mujer que pedía ayuda porque habían apuñalado a su hija. Cogí toallas y el móvil y bajé a la calle. La joven estaba sentada en un coche, tenía un corte profundo de medio cuello entero. Pensé en taponar las heridas y las arterias. Un policía me ayudó a tumbarla. Se veía mucha sangre. Metí el puño dentro del cuello. Yo pensé que se moría. Nadie me quería ayudar. Entró en paro. Había mucha gente y nadie me ayudaba. Luego, llegó el médico que es cirujano plástico y suturó la carótida y la aorta. Creo que la chica tuvo mucha suerte", recordó la joven testigo. La forense detalló que las lesiones que sufrió eran gravísimas. Además de la herida de degüello, la mujer sufrió cuchilladas en brazo, antebrazo y el tórax. Le han quedado secuelas como una disfonía en su voz, atrofia muscular del esternocleidomastoideo y cicatrices. Otros dos peritos indicaron que el sospechoso está cuerdo. Y los policías indicaron que hallaron el arma tras buscar en la zona.