La Policía Nacional da por cerrada la investigación del crimen de Porto Cristo. Varios testigos sitúan a Arnau M.N., el mecánico de la localidad y aficionado al tiro olímpico detenido por presuntamente asesinar de dos disparos al responsable del restaurante Gorli, Ángel Abad Torres, en los alrededores del escenario del crimen el pasado martes a primeras horas de la mañana.

En un primer momento, estas personas no dieron ninguna importancia a este hecho, pero ahora resulta un indicio más contra el sospechoso. Así, un testigo vio al acusado del crimen en las inmediaciones del establecimiento, situado en la calle Bordils, en la primera línea de Porto Cristo, el martes sobre las siete de la mañana, lo que refuerza su implicación en los hechos.

Arnau M.N., que ayer por la mañana no había prestado declaración ante el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, previsiblemente será conducido hoy por la mañana al juzgado de guardia de Manacor, ya que expira el plazo legal de 72 horas de arresto. El hombre, de 50 años, está acusado de un delito de asesinato por descerrajar dos tiros a corta distancia con un arma corta al encargado del bar, de 61 años, en el pecho y el cuello dentro del local. La víctima no tuvo opción de defenderse. Fue atacada por sorpresa. La pericia del presunto asesino con el revólver no pasó inadvertida para los investigadores al analizar los dos certeros disparos dirigidos a zonas vitales.

Tras cometer el crimen, el sospechoso se lavó a conciencia para borrar cualquier resto de pólvora, según baraja la Policía. Arnau M.N. es un consumado aficionado al tiro olímpico y los agentes le intervinieron tres armas cortas tras registrar su domicilio y su taller. El imputado disponía de licencia para su tenencia y porte. Las pruebas de balística tardarán unos quince días y permitirán conocer si utilizó una de ellas para acabar con la vida de Ángel Abad.

El móvil del asesinato es una disputa por motivos sentimentales y celos, ya que la mujer del sospechoso habría mantenido una relación sentimental con el responsable del restaurante Gorli de Porto Cristo. De hecho, los investigadores creen que no era la primera vez que el detenido había intentado atentar contra la víctima.