El fuego no da tregua a la Serra. Los trabajos de extinción se centran ahora en la zona de Galatzó, donde las llamas llegaron de madrugada empujadas por el viento, para evitar que la reserva natural se vea también afectada. La orografía del lugar impide el acceso a medios terrestres, por lo que veintinueve medios aéreos tratan de contener el avance del fuego. Sin embargo, las previsiones son optimistas y se confía en poder estabilizarlo a lo largo del día.

"Está más o menos contenido; queremos acabar de atacarlo, definirlo y cerrarlo para que no pueda profundizarse en la zona; la expectativa no es mala, pero tampoco hay que bajar los brazos porque todavía el frente está abierto", ha advertido el jefe de Emergencias, Miguel Ángel Andreu, que ha recordado que se trata de "una zona muy dificultosa" por su orografía.

La previsión del tiempo indica que el viento aún sopla, lo que impulsa la boca de fuego hacia el interior de Galatzó y "las previsiones tienen que ser comedidas". "Tenemos las esperanzas y medios aéreos potentes para que podamos tener más o menos estabilizado el frente a lo largo de hoy", ha dicho Andreu.

Mientras, los otros dos frentes -el de Estellencs y el de Sant Elm- están prácticamente estabilizados. Tanto es así, que los 700 residentes en Estellencs podrían volver a sus casas a lo largo del día de hoy, aunque Andreu hace hincapié en que "no se permitirá la entrada a ningún ciudadano a su vivienda hasta que tengamos la certeza absoluta de que es una zona segura".

El jefe del departamento de incendios del Ibanat, Miquel Sintes, confirma que el área afectada es de 1.800 hectáreas. Además ha cofirmado que más de la mitada de La Trapa ha sido arrasada por las llamas.