La Guardia Civil ha estrechado el cerco sobre los autores de dos asaltos a chalés ocurridos en agosto del año pasado en Llucmajor y Calvià. Los dos atracadores actuaron armados con fusiles del Ejército y pasamontañas y maniataron a las víctimas y a un vigilante jurado. Los agentes cuentan con pistas importantes sobre los sospechosos y confían en que las detenciones sean inminentes.

El primer robo se produjo en la madrugada del 24 de agosto en la urbanización Puig de Ros, en Llucmajor. Los atracadores irrumpieron en el chalé de una empresaria tras maniatar y amordazar al vigilante de seguridad. Cuando ya se encontraban en el interior, fueron sorprendidos por los moradores y decidieron huir.

Volvieron a actuar 24 horas después en un chalé de Costa d´en Blanes, en Calvià, donde repitieron el mismo modus operandi. Iban también armados y encapuchados y maniataron con bridas a uno de los moradores. Le dejaron amordazado mientras obtenían un botín de unos 700 euros.

Las pesquisas de la Guardia Civil han avanzado de forma notable y los investigadores confían en resolver ambos atracos en los próximos días, según informó ayer el instituto armado.