El incendio que se ha declarado esta mañana en la Serra de la Morna, en el municipio ibicenco de Sant Joan de Labritja, abarca ya una extensión de "cientos de hectáreas", según ha informado la Conselleria de Medio Ambiente y Movilidad, que ha desplegado en la zona seis brigadas del Ibanat.

La Dirección General de Emergencias ha elevado el riesgo del incendio a nivel 1, por la proximidad de viviendas a esta zona del noreste de la isla y ha coordinado la evacuación de "decenas" de casas unifamiliares afectadas por el humo, sobre todo en el valle de Morna.

Por este motivo, un total de 148 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) se desplazan esta noche a la isla de Ibiza para colaborar en las labores de extinción del incendio forestal declarado entre los términos municipales de Sant Joan de Labritja y Santa Eulalia.

Los efectivos de la UME, pertenecientes al III Batallón de Intervención en Emergencias, con sede en Bétera (Valencia), que se sumarán al dispositivo montado por el Gobierno balear, cuentan con una dotación de doce autobombas, cuatro nodrizas, vehículos de comunicaciones "Mérida" y diversos vehículos de transporte de personal hasta completar un total de 44.

Según una nota del Ministerio de Defensa, tres aviones CL-415 "Canadair" del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas con sede en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) y bajo mando operativo del general jefe de la UME, realizan descargas de agua, desde primera hora de la tarde.

También se unen a los trabajos de extinción del fuego cuatro helicópteros, en vuelo en estos momentos: un HU-26 "EC-135", con capacidad de coordinación de medios aéreos, y tres HU-27 "Cougar", uno con helibalde (cesta para descargas de agua) y dos para transporte de personal.

Estos últimos desplazan a dieciocho efectivos del BIEM III, con herramienta ligera y mecánica para incorporarse inmediatamente a las primeras labores de extinción.

La presencia de los 148 efectivos de la UME ha sido ordenada por la Dirección General de Política de Defensa, a solicitud de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias y el delegado del Gobierno en Baleares.

El traslado de los militares se está llevando a cabo por distintos medios de transporte, vía aérea y marítima.

A las 23:00 horas está previsto que un barco de la Compañía Trasmediterránea, parta desde el puerto de Valencia con todo el personal y medios pesados.

La citada compañía ha favorecido este movimiento haciendo un desvío en su ruta diaria hacia Palma de Mallorca, para llegar hasta Ibiza y dejar a todo el operativo de la UME.

200 LLAMADAS ALERTANDO SOBRE EL FUEGO

Desde primera hora de la tarde combaten el fuego tres aviones (dos Canadair desplazados desde la Península y otro desde Mallorca), así como cinco helicópteros y efectivos terrestres con medio centenar de técnicos del Instituto Balear de la Naturaleza (Ibanat), 26 efectivos de los Bomberos de Ibiza y miembros de Protección Civil.

El Ibanat ha solicitado además otro Canadair de refuerzo procedente de la Península y la Dirección General de Emergencias ha alertado a la Unidad Militar de Emergencias (UME) aunque no ha solicitado todavía que se desplacen efectivos.

Las llamas han comenzado en una zona de pinar de la falda de la Serra de la Morna en torno a las 13.00 horas y a media tarde el fuego se dirige hacia el este, en dirección a Sant Joan de Labritja aunque lejos de dicha población, según informa el 112.

Las condiciones meteorológicas dificultan la extinción a causa del viento que sopla en la zona, el calor y la ausencia de humedad, lo que se suma a la dificultad de acceso por ser un área de pendiente.

El conseller de Medio Ambiente, Gabriel Vicens, y el gerente del Ibanat, Guillem Rosselló, se han desplazado a Ibiza para supervisar las tareas de extinción.

El 112 ha comenzado a recibir avisos del incendio sobre las 13.20 horas, cuando se ha producido la primera de una serie de hasta 200 llamadas que alertaban sobre el fuego y comunicaban el avistamiento de humo desde varios puntos.

El verano pasado tuvo también lugar en Ibiza el incendio más grande registrado en las Islas Baleares desde el año 2000, en la zona de Benirràs, que afectó a un total de 354 hectáreas con un perímetro de 12,7 kilómetros, se inició el 22 de agosto y tardó doce días en extinguirse.