"En la isla hay mucha gente haciendo cosas muy interesantes en relación con la moda. El colectivo Moda Mallorca nace para tener más fuerza entre todos, más visibilidad, ya que así es más fácil recibir el apoyo de las instituciones y de los medios de comunicación". La unión hace la fuerza. Así opina el integrante del colectivo Pedro Monge, el artesano de calzado masculino que representa la perfecta simbiosis entre tradición y aires modernos y frescos.

No se aleja de su reflexión la vicepresidenta de la asociación, y parte del corazón del equipo de la marca mallorquina Feel Mallorca, Joana Maria Borràs: "Después de ver que el sector de la moda de Eivissa estaba representada con su marca Ad-Lib, y que los menorquines tenían sus organizaciones de calzado y de bisutería, algunos profesionales del sector de Mallorca analizamos las carencias de la industria en nuestro territorio y pensamos que requeríamos una organización que fuera nuestra voz", expresa. Y continúa: "Todos los objetivos del colectivo están enfocados a promover el sector y la industria, el comercio interno y a establecer unos criterios para crear un sello de garantía estética y ética".

Es imposible nombrar todas la marcas, firmas y nombres de diseñadores o empresas pequeñas relacionadas con el sector de la moda que ya se han adherido al colectivo porque son cerca de 40, y, según Borràs, "cada día se suma alguien". Son marcas de ropa, de calzado, de complementos, profesionales del diseño jóvenes que trabajan para otros e incluso fábricas de tejidos. "Aún estamos estableciendo las bases y criterios necesarios que hay que cumplir para sumarse al colectivo, pero cabe todo lo que esté relacionado con la moda y sea de la isla", subrayan desde Moda Mallorca.

Aunque su camino empezó a coger forma hace prácticamente algunos meses, el colectivo se muestra muy satisfecho con la respuesta de las instituciones. De hecho, la diseñadora de alta costura y presidenta del colectivo, Tania Presa, cuenta que se están tratando de acordar diferentes líneas de ayudas, tanto con el Consell de Mallorca como con el Institut d'Innovació Empresarial (IDI).

"Uno de los mayores problemas que hay en Mallorca es que existen muy pocos talleres de confección. El oficio de la costura casi ha desaparecido. Además, hace unos años, con la eclosión de las tiendas que producen fuera y venden sus productos aquí por un precio muy bajo porque han sido fabricados por mano de obra barata, muchas de las tiendas de tejidos de la isla cerraron", apunta Presa. Es por esto que uno de los objetivos que el colectivo pretende que germine con la ayuda de las instituciones es la creación de talleres de confección porque, según la diseñadora de alta costura, "es necesario que se enseñe el oficio para que los proyectos de los profesionales del diseño de moda puedan ver la luz y materializarse". La presidenta de la asociación comenta que en Mallorca el oficio de la costura lo ejercen actualmente personas muy mayores, por lo que es necesario instaurar un plan educativo con el fin de ampararlo.

Certificado de garantía

La manera de hacer las cosas cuenta y dota de valor los productos que se compran, y los integrantes del joven colectivo de la moda de Mallorca lo saben y lo comparten.

"Lucharemos para que se reconozcan y se valoren las cosas que se hacen bien", comenta una de las fundadoras de Suite13, una marca de ropa sostenible de la isla, Maria Trepat. "El certificado de calidad que queremos crear desde el colectivo abarcará muchas cosas, desde el diseño y los tejidos utilizados hasta la producción. Creo que el sector ha visto que no ha sido un éxito producir fuera de España, y los profesionales más jóvenes nos hemos dado cuenta de que queremos recuperar un poco, no tanto a los valores de antes, pero sí a hacer las cosas como toca, empezando por que todo el mundo cobre por lo hace y por fomentar el comercio local".

El hecho de impulsar el comercio de proximidad provocará un "retorno de la estética", como asegura Trepat, porque favorece a la creación de piezas "más especiales", que no se producen de manera masiva: "Si todos vamos vestidos igual, no conseguimos expresar quienes somos. La estética es mucho más que ir elegante", concluye Trepat.

Un estilo de vida

Los profesionales del colectivo entrevistados coinciden en que cada marca tiene su estilo personal, su propio mundo creativo. "Creativamente somos muy distintos todos", afirma Monge. No obstante, Trepat asegura que lo que tienen en común es "la particularidad del diseño. Al final vivimos en una isla, con el mar como paisaje, donde hay mucha tradición de tejidos. Creo que los profesionales reflejamos esto en nuestros diseños, un estilo de vida".

Las palabras de una de las fundadoras de Suite 13 no difieren mucho a las de la vicepresidenta, que considera que todos "representamos un estilo de vida relajado y tranquilo, muy mediterráneo y relacionado con el entorno".

Este colectivo, además de fomentar la producción local, dar más visibilidad al sector, avivar la industria y tratar de impulsar el respeto al medio ambiente y al comercio justo, también servirá para, como explica la fundadora de la marca de ropa The White Box, Vero Bilicka, "propiciar nuevos talentos, ya que podremos apoyarles y brindar la voz de la experiencia a la gente que empiece en el sector". Y sigue: "En la isla hay espacios para producir y conseguir que el sector renazca es una oportunidad muy interesante de cara al exterior para mostrar que Mallorca no es solo sol y playa".