Es verano y las bibliotecas aprovechan las altas temperaturas para refrescarse y acercarse a los más pequeños promoviendo la lectura en espacios lúdicos. Así, no es nada extraño acudir a las piscinas municipales y encontrarse un expositor lleno de libros, cómics, cuentos, revistas y prensa diaria. Inca o Sineu son algunos de los municipios que han decidido llevarse los libros a darse un chapuzón. Iniciativas como estas responden a la visión actual de las bibliotecas, centradas en satisfacer las demandas de los usuarios.

De hecho, la biblioteca de Sineu es de las veteranas ya que lleva más de dos décadas transportando libros a las piscinas para entre chapuzón y chapuzón seducir a un joven lector. La bibliotecaria Antònia Real explica que esta iniciativa procede de tierras catalanas y, por aquel entonces, en sa Pobla ya se hacía. Por ello, exportaron la idea. Este verano, el expositor estará presente en la piscina municipal los lunes y los jueves por la tarde durante el mes de julio. En la mesa, dominan los cuentos, los cómics, las últimas novedades de novela y las revistas, sobre todo, de cocina para las madres. Los adultos están contentos con la experiencia porque sus hijos tienen un entretenimiento y un aliciente cuando se cansan de estar en el agua. De paso, ellos aprovechan para repasar las noticias del día o sumergirse en la lectura de una novela. Y los niños, felices de disfrutar de un cuento.

Este verano, el ayuntamiento de Inca ha ampliado hasta el inicio del curso escolar el servicio de la bibliopiscina en el Polideportivo Mateu Cañellas. El teniente de alcalde de Cultura, Antoni Rodríguez, explica que dada la buena respuesta de los usuarios el año pasado han decidido ampliar de los 45 días de 2016 a los tres meses de verano porque "es importante que las instituciones hagan una promoción activa y constante de la lectura, sobre todo, entre los más pequeños". Pero la iniciativa va más allá de la lectura. Otra de las novedades es la presencia de monitores que fomentan la participación de los usuarios en actividades ludoeducativas. Eso es posible gracias a los alumnos de los proyectos mixtos de ocupación y formación Inca Kids y Inca Kinder del Centre de Formació d'Inca que organizan talleres de dibujo o cuentacuentos.

Pero las bibliotecas no solo visitan las piscinas, también salen a los jardines. Es el caso de la Biblioteca de Cultura Artesana que hasta el 15 de septiembre sacará la lectura a los jardines de La Misericòrdia. En la Bibliojardí el lector encontrará dos espacios diferentes: una zona infantil y otra para adultos, con hamacas incluidas, para consultar la prensa, las revistas, leer libros o conectarse a la red Wi-Fi. El horario es de lunes a jueves de 9 a 20.30 horas y los viernes de 9 a 13 horas.