Reciclajes Pérez, empresa familiar dedicada a la recuperación de residuos férricos y chatarra, contó durante la jornada de ayer con un operario muy especial. Un trabajador que desasido de los escenarios, los focos y las revistas, su habitual hábitat, se enfundó en un mono de trabajo, unos guantes blancos, unas botas de seguridad y unas gafas protectoras, elementos ad-hoc para quien se dedica a este oficio. Era Julio José Iglesias. El polifacético artista se encontraba en Palma para participar en la grabación de un capítulo de la segunda temporada de Trabajo temporal, programa de Televisión Española -producido por la mallorquina Backstage- en el que famosos se enfrentan a una jornada de trabajo en una profesión que no ejercen. Las emisiones de esta segunda edición comenzarán a partir del próximo enero.

08.40 horas. Con evidente retraso (la jornada en Reciclajes Pérez empieza a las 08.00 horas) y con voces de "ya se está retrasando en su primer día de trabajo", Julio José Iglesias recaló en la planta de esta empresa dedicada a seleccionar la materia prima de los metales, después de regresar de un viaje fugaz a Rumanía. Antonio Pérez, el jefe, lo recibió con un: "Aquí sí se trabaja; esto no es como en la música". En efecto, hubo mucho trabajo. Sobre todo después de que su compañero, otro operario, le dijera: "Hay que desmontar unos 400 motores eléctricos al día; separar el cárter, el aluminio, el cobre y el hierro".

Iglesias, conocedor ayer de lo arduo del trabajo en las chatarrerías y desguaces, sudó de lo lindo y acabó con unos guantes que habían perdido su blanco inmaculado. "Cómo patina el suelo", repitió el cantante hasta en más de una ocasión, a la vez que señaló que "esto es un no parar".

Recibir a los clientes, pesar en la gran báscula el material que llegaba a la planta de Reciclajes Pérez, barrer, descargar los camiones y furgonetas. Eran las funciones que le tocaron hacer al hijo de Isabel Preysler y Julio Iglesias. "Ni más ni menos; como otro trabajador más", indicó Antonio Pérez, fundador de esta empresa familiar que cuenta con más de veinticinco años de experiencia.

Sus compañeros y sobre todo su jefe no se le pusieron fáciles las cosas ayer a Julio José, que en su primer día de trabajo tuvo que oír varios "vamos, date prisa; estamos perdiendo demasiado tiempo para tan poco trabajo logrado". Sin duda, era una constante.

Iglesias, que declaró su interés por la mecánica y tildó el programa de "divertido", ironizó sobre su participación en el capítulo, al asegurar que "lo que estoy haciendo aquí, es mi día a día en EEUU". El hijo mediano de los Iglesias, que desde 1992 no recalaba en Mallorca, mostró por último su sorpresa al conocer que cien kilos de hierro se pagan a seis euros. "¿Tan poco?", exclamó.