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Igualdad en los jóvenes

El sexismo echa raíces en la juventud

Según las encuestas recientes, los jóvenes y los adolescentes son más machistas que sus padres en el control de la pareja. Se intensifican los estereotipos que alimentan la violencia de género.

Un grupo de jóvenes, el pasado martes, en un taller de sensibilización impartido en Palma. b. ramon

Uno de cada tres chicos ve bien que los jóvenes varones salgan con muchas chicas pero no que lo hagan ellas. El 30% cree que si una chica ha sido agredida es porque ha provocado a su pareja. El 33% de los jóvenes considera aceptable controlar a su pareja, y el 80% piensa que en una relación la chica debe complacer al chico y éste tiene la obligación de protegerla. Asimismo, el 60% considera normal que se den celos en el noviazgo. ¿Son los jóvenes y adolescentes más machistas que sus padres? Los datos que se han ido conociendo durante las dos últimas semanas, revelados por la Secretaría de Estado de Igualdad y el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, han hecho saltar las alarmas porque alertan de la peligrosa pervivencia e incluso del aumento de los estereotipos sexistas entre los españoles menores de 30 años. La comparación con otra encuesta similar realizada a personas de mayor edad publicada el pasado verano proporciona una conclusión que puede resultar sorprendente: los grupos de edad más avanzada son menos tolerantes con los estereotipos machistas. ¿Qué está sucediendo en la juventud?

El psicólogo Alfonso Reina, del Servei municipal d'Atenció als Agressors, atribuye este aumento del sexismo entre los jóvenes a que "hace 15 ó 20 años se trabajó intensamente el tema de la igualdad. Ahora toda la atención está más enfocada directamente a la violencia de género y el maltrato".

Los expertos tildan la situación de "preocupante" porque muchos jóvenes no son conscientes de que reproducen dichos estereotipos habida cuenta de que viven "una falsa apariencia de igualdad: ahora ellas pueden acudir a los mismos espacios y lugares que ellos", consideran.

Una manera de combatir muchas de esas creencias poco igualitarias que pueden provocar tolerancia hacia los comportamientos abusivos contra las mujeres son los talleres que imparten educadores sociales y psicólogos. Mariló Molina y Reina (ambos de la Fundación IReS, entidad que gestiona el Servicio Municipal de Atención Integral a la Violencia de Género del Ayuntamiento de Palma) son algunos de esos especialistas que trabajan en la isla con adolescentes y jóvenes para desmontar mitos y sensibilizar sobre la violencia. Molina impartió un taller sobre estas cuestiones el pasado martes en el Centro de Acciones para la Ocupación (en la Fundación Joana Barceló) de Cáritas Mallorca. En concreto, el taller iba dirigido a un grupo de doce jóvenes que no superan los 25 años y que estudian un curso de Agricultura. El taller forma parte del importante programa formativo en temas de igualdad y violencia de género de Palma Educa (bajo el paraguas del consistorio palmesano) que se ofrece a institutos, centros escolares o de formación y a asociaciones de padres y madres. Hay que recordar que, en estos momentos, el IMAS del Consell también anuncia a partir de marzo un taller anual orientado a adolescentes para las escuelas e institutos. Asimismo, el Institut de la Dona también organiza cursos a demanda para centros, ofrece materiales didácticos en su web, las escuelas de familia y un curso online para docentes.

Uno de los primeros mitos que trabajó Mariló Molina con los jóvenes durante el taller del pasado martes fue el de delimitar el significado de la propia expresión "violencia de género". Durante la explicación y el debate, pudo observarse que no todos los alumnos tenían claro que además de la física es posible agredir psicológica y emocionalmente. Asimismo, no faltó alguna opinión que consideró la actual legislación sobre violencia de género como una ley discriminatoria hacia el hombre. "La justicia va contra él", se escuchó en el aula. Otras opiniones que salieron a colación: "Si él la agrede a ella, es porque algún motivo le habrá dado". O "la mujer es muchas veces peor", una afirmación que hace referencia a otro estereotipo más reciente que define a la mujer como manipuladora y lista. Tras la exposición de la educadora social y las preguntas que fue lanzando durante la clase, comenzaron a producirse los primeros cambios de opinión en los jóvenes gracias a la reflexión y al debate suscitados.

A continuación, después de comentar varios vídeos de campañas contra la violencia de género, la educadora les introdujo el tema del tan idealizado amor romántico, "que se basa en relaciones desiguales y asimétricas". "¿Somos personas incompletas que necesitamos buscar a otra persona para conseguir la plenitud?", "¿son buenos los celos?" fueron algunas de las cuestiones discutidas durante el taller. La última parte de la sesión estuvo centrada en desgranar los aspectos de una relación más sana: "No le importa que tenga amistades del otro sexo", "decidimos entre los dos qué hacemos cuando salimos", "me escucha cuando le explico mis problemas", etc.

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