Todos somos seductores en potencia. No es necesario ser Cleopatra o Casanova, Angelina Jolie o George Clooney. La seducción es "un arte" que puede aprenderse. Enric Castellví (1956) es licenciado en Psicología Clínica y experto en risoterapia. El sentido del humor es básico para la autoestima. Y la autoestima, el primer ejercicio de seducción.

¿Cuáles son las premisas para seducir? Hay que quererse, saber lo que quiere el otro "y tener paciencia". Siempre se puede echar mano de reglas o trucos. Por ejemplo, cómo vestirse para una cita. El consejo del experto: ellas, lencería negra; ellos, boxer cortos. Otro detalle: el amor huele. Lo dicen los estudios científicos y las encuestas: el 63 por ciento de la gente rechazaría a una persona por su olor, frente al 37% que lo haría por su físico.

Otro problema. Qué hacer con las manos. Taller proporciona algunas claves como ésta: en plena conversación, tocarse distraídamente la rodilla o acariciarse el brazo o el pelo. Infalible. ¿Temas de conversación? Los hay clásicos y recurrentes, como música, deportes o cine, y otros que requieren preparación como el signo del zodíaco de la otra persona o leerle la mano izquierda. Pero ¿un taller de seducción? El libro propone ejercicios y juegos a practicar en grupo para "superar las propias barreras emocionales". Y, a partir de ahí, conquistar las ajenas.