La historia se repite. La Miró vuelve a vivir una vez más –la otra fue en 2002– una mengua en su coleción. El nieto de Miró Joan Punyet ha anunciado por carta a la Fundació de Palma que retirará el próximo 20 de diciembre las diez obras que tiene en depósito en el museo, un centro artístico creado a partir de la donación que hizo su abuelo de los cuatro talleres en los que había trabajado intensamente desde 1956 hasta su muerte.

La presidenta de la comisión de gobierno de la ´Miró´ y también concejala de Cultura de Cort, Nanda Ramon, precisó ayer a este diario que las obras, cuatro esculturas y seis telas, deberán estar depositadas en la fecha citada en Son Abrines (calle Joan de Saridakis, 31) y en el lugar donde indique su propietario, Punyet. La casa, antigua residencia de su abuelo, en fase final de obras, ha sido sometida a una importante reforma en los últimos meses.

En cuanto a las razones de la retirada de las piezas, Ramon indicó que no aparecían especificadas en la carta y que no sabía si se las iban a llevar a otra parte. "Nosotros sólo tenemos claro que hay que entregarlas en su casa", detalló. Asimismo, reconoció que la retirada es una noticia que "no puede valorarse positivamente", pero se alegró de haber podido disfrutar de las obras durante los años que han permanecido depositadas. Sobre el estado de las relaciones de la Fundació con el nieto de Miró, Ramon las definió con un escueto "normales" y añadió que "la retirada de piezas forma parte del derecho del depositario", en este caso Punyet.

Entre los cuadros que la ciudadanía dejará de ver en el museo, se encuentra la valiosa Tela quemada II de 1973. Esta pintura, que puede verse en la exposición D´un roig encès (abierta precisamente hasta el 20 de diciembre) de la Fundació, viajará próximamente a Londres, donde la Tate dedicará a Miró de abril a septiembre una gran retrospectiva.

Las otras telas que serán retiradas llegarán esta semana al centro de Cala Major –que ya prepara el traslado y los seguros– provenientes de una muestra en Baden-Baden. "Buena piezas" –en palabras de la directora del centro, Magdalena Aguiló,– que Nanda Ramon intentó retener para el museo durante la última comisión de gobierno, "pues muchas de ellas son valiosas, como las esculturas táctiles, primordiales para nuestro programa para minusválidos [Mirades tàctils], pero Punyet se reafirmó en su intención de llevárselas", apuntó.

A cambio de estas diez piezas que dejarán un vacío en la colección, Punyet ha ofrecido a la Fundació la escultura Souvenir de la Tour Eiffel, aceptada por el museo.