Elia Galera e Iván Sánchez coinciden casi siempre. Tanto, que comparten una vida y dos hijas. Una profesión y Hospital Central. Muchos sueños y una compañía de teatro, The Process, un espacio donde del oficio hacen libertad. Un verano más descansan en Mallorca. Muy a la vera de la amistad y los patrones de José Miró. Ella, de baja por maternidad, piensa a medio plazo. Él volverá pronto a Colombia, donde anda rodando La reina del Sur, adaptación de Pérez-Reverte. Esperan, de verdad, poder estrenar sus obras en la isla, "una espinita clavada", pues a punto estuvieron de pisar el Teatre Principal. Sí les aplaudieron en la cárcel de Palma, por Locos de amor, "una experiencia increíble".

–Tienen dos hijas y una compañía de teatro. ¿Quién les llora más?

–(Ríen) Nosotros, los que más lloramos somos nosotros. Ambas cosas requieren mucho esfuerzo, mucho cariño. A veces se hace duro, pero la compensación es inmensa.

–¿El teatro es su rincón de libertad?

–No, no es un rincón de libertad artística, es la libertad total, la posibilidad de elegir qué proyecto quieres hacer, cómo y con quién. El teatro es nuestro laboratorio, el lado artesanal. Haciendo teatro no pretendemos llegar a un resultado concreto; cuando lo buscas es cuando estás muerto.

–¿Un suicidio económico?

–Sí, es una inversión a fondo perdido, pero no pretendemos hacernos millonarios.

–¿Están entre los que más se equivocan grabando ´Hospital Central´?

–No, no, ¡ese es Pablo Carbonell!

–¿El doctor House es colega o dura competencia?

–Todas las series pueden convivir juntas. Además, el Doctor Vilches (Jordi Rebellón) siempre recuerda que él (Hospital Central) llegó a la televisión antes que House. Dicen que se parecen en el carácter, pero si alguien copió esos fueron los americanos.

–¿La audiencia siempre tiene razón?

–Básicamente sí. Las cosas gustan o no gustan, aunque uno no esté siempre de acuerdo. Con la audiencia nunca se sabe, hay maravillas que no funcionan, y hay bazofias que sí... También es cierto que por parte de las cadenas hay mucha manipulación con el tema de la programación; emitir sólo programas del corazón en una determinada franja horaria no te deja opción, elegir ya no es sólo una cuestión de gustos.

–¿Les molesta que se les asocie a una marca como Telecinco?

–(Elia Galera) Para nada. A mí Telecinco me ha dado mucho trabajo, empecé con ellos y sigo con ellos, es donde más he trabajado. De todos modos, ninguno de los dos tenemos un contrato de cadena.

–¿Se ven más ´Perdidos´, ´Sopranos´ o ´Mujeres desesperadas´?

–(E.G.) Más Mujeres desesperadas. Me encanta este tipo de humor, el de The Office o Weeds.

–¿Nuestras series pecan de ser políticamente muy correctas?

–(Iván Sánchez) Es cierto que nos cuesta no serlo, aunque algunas, por ejemplo Aída, sí se han permitido entrar en otro tipo de humor. Es una cuestión de modas, las cadenas copian el patrón que funciona.

–¿Fallan o faltan guionistas?

–No, tenemos guionistas de calidad. La capacidad de riesgo ha mejorado, las series han dejado de ser sólo de abogados y policías.

–¿Quien de los dos lleva el mando, a distancia, en casa?

–Vemos poco la televisión, sólo películas o telediarios. No somos grandes consumidores, en casa intentamos alejarnos del ruido.

–¿Alguna película ´descargada´ en casa?

– (I.S.) ¡Por Dios! Somos compradores. Yo no puedo ir al FNAC sin ponerme un tope porque vengo cargado. Tengo mucho peligro.

–Los dos han pasado por ´Pasapalabra´, donde algunas caras conocidas quedan en evidencia. ¿Nervios?

–Siempre nos lo hemos pasado pipa. Eso sí, hay que ir relajadito, despierto, con ganas de hacer. Lo que quizás la gente no sabe es que se graban tres programas en una misma mañana.

–Entienden de moda. ¿La elegancia es Guardiola o Mourinho?

–(E.G.) ¡Guardiola!, me quedo con Guardiola. Iván ya lo sabe, él todavía no. A ver si se entera cuando salga publicada la entrevista

–(I.S.) Yo me quedo con la de Quique Sánchez Flores, que nos acaba de hacer ¡Supercampeones de Europa!

–¿Qué desventajas tiene ser guapo?

–Muchas gracias, pero eso es algo que está en los ojos del que te mira. El físico no te lo puedes tomar como un handicap, hay que saber explotarlo. Los primeros papeles siempre te los dan por el físico, por ser guapo o feo, alto o bajo. Luego se trata de hacerlo lo mejor posible para ir abriendo campos.

–A lo mejor sus hijas salen actrices. Y a lo mejor su primer papel les llega con 15 años, en una serie como ´Física o química´ donde en el primer capítulo quedan embarazadas y en el segundo abortan. ¿Lo han pensado?

–Para hacer cosas así con 15 años necesitas cierta madurez profesional, y saber lo que es un aborto, claro. Será cuestión de ver cómo crecen nuestras hijas, de establecer con ellas la mayor comunicación posible. Si llegado el momento tienen unos valores firmes, creémos que no les perjudicará y les apetece de verdad, entonces no habrá problema.

–¿Qué opinan de los ´niños anuncio´?

–Las condiciones laborales, de horarios, están mucho más reguladas, pero no lo compartimos. Lo entendemos, pero no lo compartimos. En los rodajes hay niños que se lo pasan muy bien, pero con otros te das cuenta enseguida de que no quieren estar ahí, que es cosa de los padres, por una cuestión económica o de satisfacción personal.

–¿Rodarían un ´tv movie´ sobre un torero o dirían que no por principios?

–¿Por los toros dices? No tiene nada que ver. No somos partidarios de las drogas y podríamos hacer un papel de drogadicto. Ponerse en la piel de los demás te permite entender mejor ciertas cosas. La disparidad es atractiva para un actor.

–Seguimos sin ir a ver nuestro cine, especialmente el que no es coproducción.

–Es cierto, aunque ahora vamos mucho más que antes. La industria ha mejorado, hay mucha más variedad y está mucho más reconocida. Pero la distribución sigue siendo uno de los grandes problemas. El doblaje es otro.

–¿Por desgracia aquí se dobla bien?

–Sí, aquí trabajan algunos de los mejores profesionales.

–Cataluña doblará al catalán por ley.

–Tiene que haber cine para todo el mundo. No sólo lo entendemos, es que defendemos las diferentes hablas como señal de identidad, sea catalán, euskera o gallego. Otra cosa son algunas posturas separatistas absurdas.