El Mallorca anunció ayer la ampliación del contrato de Antonio Raíllo hasta 2021. El central, que había pedido abandonar el club, finalmente ha apostado por continuar vestido de bermellón dos temporadas más de las que tenía firmadas, ya que su vinculación expiraba el 30 de junio de 2019.

El defensa está en el punto de mira de un sector de la afición, que le recrimina algunos gestos despectivos hacia ellos en el tramo final de la pasada campaña, que terminó con el traumático descenso a Segunda B. De hecho, en el primer entrenamiento de este curso, el 10 de julio, se produjeron tensos incidentes en Son Bibiloni cuando varios aficionados increparon y amenazaron al futbolista al considerar que les había provocado. Por este episodio, que enrareció el ambiente en el estreno del técnico Vicente Moreno, y para explicar sus sensaciones, Raíllo comparecerá en rueda de prensa esta mañana después del entrenamiento junto al director deportivo Javi Recio.

El cordobés, que llegó el pasado verano procedente del Espanyol, aunque había estado cedido media temporada en la Ponferradina, fue un fijo en las alineaciones de Fernando Vázquez y Javier Olaizola, aunque la llegada de Sergi Barjuán le envió a la grada. El zaguero, que disputó veintinueve encuentros, veintiocho de ellos como titular y marcó dos goles, está llamado a ser importante en los esquemas de Moreno.