"Presión no tenemos, no miramos la clasificación porque acabamos de empezar; presión tienen los que trabajan un montón de horas por mil euros, nosotros tenemos que disfrutar con nuestro trabajo, somos unos privilegiados", comentó el lateral izquierdo del Mallorca Joan Oriol, una de las pocas sorpresas agradables de este comienzo de temporada junto a Timon y Bianchi.

El defensa catalán está convencido de la calidad de la plantilla y cree que al final el equipo "estará arriba pese a que esperaban "mejores resultados" tras sumar solo cuatro de doce puntos en juego y ser eliminado en la Copa del Rey por el modesto Huesca.

"Imaginábamos mejores resultados, pero afrontamos el partido contra el Nàstic con muchas ganas, ya que llevamos toda la semana trabajando para ello", señaló el jugador que, entre otros equipos, militó en el Nàstic. "Tenemos ganas de conseguir la primera victoria fuera de casa con el objetivo de seguir sumando para que no se amplíe la distancia con los de arriba". Quitó hierro al mal inicio de temporada porque "esto acaba de comenzar y se están trabajando automatismos para mejorar el juego ofensivo. Poco a poco se irán viendo las cosas, confío que veremos a un Mallorca con la posesión de la pelota pero también agresivo en la parte de arriba", añadió.

Aunque todavía faltan días para el partido, lo más probable es que Ferrer haga mínimos cambios en Tarragona con respecto al equipo que empató sin goles frente al Numancia. El técnico catalán quedó muy satisfecho con el rendimiento de Yuste y Sissoko en el doble pivote por lo que es muy probable que repitan. Prima ahora por encima de todo la solidez defensiva y el duelo del domingo se considera peligroso, pese a tratarse de un recién ascendido, porque el Nàstic ha comenzado muy bien la temporada.

El cambio prácticamente seguro es el de Bianchi, que ante el Numancia cumplió un partido de sanción, por Coro, que en su debut como titular no respondió a las expectativas. Brandon debe seguir como titular pese a su flojo partido del pasado domingo.

La gran asignatura pendiente del Mallorca en este comienzo de temporada es la falta de gol. Con dos -el de Arana de penalti a la Ponferradina y el de Bianchi en San Mamés que al final no sirvió de nada-, es el equipo menos goleador de la categoría pese a que la delantera es una de las demarcaciones que más se ha reforzado, con Bianchi, Acuña y Coro. En defensa tampoco es para tirar cohetes. Es verdad que el equipo sigue imbatido en son Moix, pero en los desplazamientos sigue encajando goles con demasiada facilidad. Dos en el debut en Alcorcón, en una pésima imagen del equipo, y tres en Bilbao ante el filial del Athletic, después de que se dejara remontar el gol de Bianchi a los pocos minutos de iniciado el encuentro.