Utz Claassen ha tenido que aparcar su idea de girar noventa grados el terreno de juego por falta de tiempo material para recibir el permiso del Ayuntamiento y del Consejo Superior de Deportes, por lo que esta temporada tendrá que conformarse con colocar dos tribunas provisionales detrás de ambas porterías. "Es el día más feliz de mi presidencia", aseguró ayer el alemán en una comparencia conjunta con el regidor de Urbanismo de Cort, Antoni Noguera, y la edil de Deportes, Susanna Moll.

El optimismo de Claassen se debía a que los presentes evidenciaron muy buena sintonía para acometer una reforma integral de Son Moix que lo transforme en un "estadio del siglo XXI" y en consecuencia elimine las denostadas pistas de atletismo.

"El proyecto que nos planteó inicialmente el club requería de una licencia de actividad permanente que tarda en torno a dos meses. En cambio colocar unas gradas supletorias en los fondos solo necesitará de una licencia de actividad no permanente que se puede conseguir en poco tiempo", explicó Noguera. El regidor subrayó que los permisos pueden estar en regla "en una o dos semanas".

El compromiso alcanzado entre el Mallorca y Cort contempla acometer una reforma en tres fases: colocar las mencionadas gradas supletorias, girar el terreno de juego dentro de un año y, a largo plazo, derribar los actuales fondos y construir un estadio cubierto que sea un referente "a nivel mundial", dijo Claassen. "Eso requerirá la permuta con el Lluís Sitjar y más tiempo, no sé si dos o cinco años", añadió el presidente bermellón, dispuesto a transformar Son Moix después de varios intentos fallidos por parte de varios propietarios en los últimos quince años.

El cambio de orientación Este-Oeste tendrá que esperar. Pese a que el club ya tenía dispuesta parte de la maquinaria para acometer las obras de inmediato, los plazos legales y el inicio de la competición el 29 de agosto en Son Moix imposibilitaban ejecutar unos trabajos de semejante envergadura.

Será posible de cara a la próxima temporada. El cambio de orientación del césped implicará que parte de la actual tribuna Cubierta y la de Sol queden ubicadas detrás de las porterías. En los laterales se levantarán dos tribunas provisionales con capacidad para unas tres mil personas cada una.

Las gradas que se colocarán en las próximas semanas detrás de las porterías servirán para acercar al terreno de juego a un sector de la afición y tienen un precedente en los Juegos del Mediterráneo de Almería, donde las pistas de atletismo también han separado a la afición de su equipo.

De este modo, empieza una colaboración entre el club y el Ayuntamiento que debería beneficiar a ambos. "Tenemos un objetivo común. Por una lado un estadio moderno que mejore el entorno de un barrio que ahora está demasiado aislado. Y por otro lado convertir el solar del Sitjar en un pulmón verde", indicó Noguera.