Pep Lluís Martí afronta un arranque de temporada extraño para un futbolista al que siempre ha acompañado la regularidad. Superadas las cinco primeras jornadas de Liga apenas ha sumado diez minutos sobre el terreno de juego. Números insólitos para un veterano que todavía no quiere pronunciar la palabra decepción.

"Esto acaba de empezar. La temporada es muy larga y en mi trayectoria siempre he jugado más de treinta partidos por campaña. Pero alrededor tengo compañeros que lo están haciendo muy bien cuando juegan. Y eso es la competencia. Mi trabajo es intentar hacerlo mejor que ellos. Tengo plena confianza en mis posibilidades", señaló ayer uno de los capitanes de la plantilla bermellona.

Martí ha tenido que asumir que Tomás Pina y Javi Márquez se hayan apropiado de la medular en el inicio de la competición. Y, lo que resulta más doloroso, todo apunta a que la lesión del ex del Espanyol -que le dejará tres meses en fuera de juego- tampoco le allanará el camino hacia la titularidad porque las preferencias de Joaquín Caparrós pasan por Joao Víctor.

"Es un jugador importante y esperemos que se recupere bien. A partir de aquí, cuando un jugador se lesiona a todos nos llega una oportunidad", indicó Martí, quien reiteró su convencimiento de que tiene un papel que jugar en el equipo. "Los once que salen en cada partido lo están haciendo muy bien. Pero la Liga es muy larga y cuando me llegue el momento intentaré aprovechar mi oportunidad para que el entrenador confíe en mí", subrayó el centrocampista palmesano.

Este curso las tornas han cambiado y Joao Víctor, un futbolista que ha vivido a la sombra de Martí desde que llegó a la isla hace dos temporadas, le ha tomado la delantera. El brasileño no ha sido todavía titular, pero eso no le ha impedido disputar 175 minutos.

Martí cumple su quinta temporada consecutiva en el Mallorca -ya vistió la camiseta bermellona en el inicio de su carrera, aunque tuvo que marcharse por falta de oportunidades- y hasta este curso había sido un fijo en el centro del campo. Pero de momento no ha podido con la competencia de un Pina que crece a pasos agigantados y un Márquez que llegó como el estandarte del proyecto.

"Eso es lo mejor del equipo: la competencia que hay por cada puesto. Cada día en los entrenamientos te lo tienes que ganar porque así nadie se dormirá y mostrará su nivel", indicó el centrocampista, quien dijo que todavía aprende: "Los que llevamos más años también podemos aprender de los que llegan. Lo importante aprender cada día".