Javier Arizmendi (Madrid, 1984) tiene ganas de volver a sentirse "importante". El polivalente delantero, que llega al Mallorca por deseo de Caparrós, atiende con una sonrisa a este diario en el Hotel de Bilderberg de Oosterbeek. Tiene motivos para ello.

–¿ Cómo le han acogido?

–Nos han acogido muy bien a los nuevos. Hay un gran ambiente de trabajo para fomentar estos lazos que tienen que hacer que el equipo funcione. Eso da puntos.

–¿Tan bueno es el ambiente en este vestuario?

–Sí, se nota que la distancia entre los jóvenes y veteranos es más reducido que en otros clubes. Hay un grupo consolidado y sano.

–¿Le presiona ser una petición expresa de Caparrós?

–Presión no debe existir en este caso, aunque sí existe una responsabilidad, pero más con el Mallorca que con el entrenador porque, al fin y al cabo, es el club que te ficha y confía en ti. Esta responsabilidad no debe convertirse en presión porque no es algo positivo para ningún futbolista.

–Usted ya coincidió con el técnico en el Dépor. ¿Cómo le define?

–Es un entrenador muy exigente, que exprime al futbolista y está encima del jugador.

–Caparrós les criticó por el mal partido ante el Standard.

–Es que no le gustó a nadie. Las cosas se pueden hacer mucho mejor, tenemos un margen de mejora amplio porque era el primer partido, la gente tenía una carga de trabajo bastante importante y ellos estaban más frescos, pero eso no tienen que ser excusas. Tendríamos que haber estado mejor, tenemos tres partidos más para lavar esa imagen.

–¿Contra el Paok se mejorará?

–El hecho es ir mejorando a cada partido para afrontar el primer encuentro de Liga en las mejores circunstancias. El primer partido siempre es difícil porque juegas con rivales que están más rodados. Ya sabemos las cosas que hemos hecho mal.

–¿Qué provecho ha obtenido tras pasar por tantos clubes?

–Conocer a gente de muchas ciudades porque son experiencias vitales de las que siempre se saca algo positivo y, vistas en perspectiva, incluso la de Suiza, que fue negativa a pesar del poco tiempo, sirven para madurar.

–¿En el Mallorca se puede llegar a ver al Arizmendi que llegó a ser internacional en 2007?

–Es lo que busco después de un par de años difíciles, quiero ser lo más útil posible al equipo y trabajar al máximo para conseguir las metas que me marco, que son ser importante, jugar los mayores minutos posibles y la satisfacción personal que eso te reporta. Es un año muy importante para mí porque me toca aplicarme al máximo para volver a despegar. Quiero sentirme partícipe de los éxitos de un equipo y voy a dar todo de mí para que así sea. No me puedo permitir otro año tan malo.

–La temporada 2011/2012 fue para olvidar.

–Sí, aunque deportivamente en Suiza sí que tenía muchos minutos, en el Getafe desde diciembre no jugué prácticamente nada.

–¿Por qué rechazó la oferta del Mallorca en diciembre?

–No se concretó finalmente. –¿Cuál es el objetivo del Mallorca esta temporada?

–El equipo tampoco se ha puesto objetivos a largo plazo. El mío es el próximo entrenamiento. Nos tenemos que poner objetivos inmediatos, aunque ojalá que se pueda repetir lo del año pasado, que es difícil, pero por qué no, o incluso superarlo, pero siempre siendo humildes.

–¿Les presiona esa octava plaza de la temporada pasada?

–Presión no hay, pero el hecho de llegar a la última jornada con posibilidad reales de meterse en UEFA genera más confianza al grupo. Se puede afrontar el año pensando que en el anterior se hicieron las cosas bien y que si se repiten se puede lograr algo similar. Da confianza que en una Liga tan competitiva como la española el Mallorca estuviera tan arriba.

–¿Cuál es la demarcación en la que se siente más cómodo?

–Lo que quiere un futbolista es jugar, no tengo ninguna preferencia. Quiero sentirme útil, sobre todo en las circunstancias en las que vengo. He jugado en muchas posiciones en mi carrera, de delantero, de segundo punta, de mediapunta, en las dos bandas e incluso en el Valencia, con Koeman de entrenador, de lateral derecho.

–El club busca otro delantero.

–Si el club lo cree oportuno es porque lo será. Pero estamos ajenos a eso.

–¿Le ha sorprendido alguno de sus nuevos compañeros?

–Había jugado contra la mayoría, a excepción de los jóvenes. No me quiero quedar con nadie en particular porque ya demostraron el año pasado su calidad. Me quedo sobre todo con el nivel humano del grupo.

–¿Cómo pasa el tiempo aquí?

–Recuperando todo lo que pueda después de los entrenamientos, descansar y comer bien. Y también hago ejercicios preventivos de lesiones. Tenemos una sala de tenis de mesa, dardos y videojuegos para relajarnos, aunque no voy mucho. Oosterbeek está muy bien, ya estuve con el Getafe.

–¿Sabe que ha llegado a un club con muchos problemas entre los consejeros?

–No me lo han comentado, pero paso del tema. Nosotros nos tenemos que centrar en el aspecto deportivo y, si no lo hubieran hecho así, no llevaría dieciséis años seguidos en Primera División.