­El Real Mallorca pisa fuerte este mes de marzo, pero lo hace sin los tres futbolistas que habían llegado a la isla con la promesa de marcar las diferencias. Marvin Ogunjimi, Gianni Zuiverloon y Alejandro Alfaro tienen en el equipo un protagonismo entre testimonial y nulo. En la victoria contra el Atlético de Madrid, que presagia un punto de inflexión a la hora de abordar la permanencia, ninguno de los tres jugó un solo minuto.

Zuiverloon vio el encuentro desde la grada como acostumbra después de que en enero tuviera un enfrentamiento con Joaquín Caparrós que todavía no se ha explicado. Esta vez Alfaro no se vistió de corto ni siquiera en los minutos finales, cuando el utrerano suele darle la oportunidad de ejercer como revulsivo. Y esta vez Ogunjimi no estuvo en la lista por unas molestias físicas, aunque cuando está en condiciones tampoco salta al terreno de juego.

No están, y solo los más optimistas les esperan cuando faltan once jornadas para la conclusión del campeonato. Si no hay mudanzas este verano, las esperanzas que un día se depositaron en ellos se aplazan para la próxima temporada.

Ogunjimi protagonizó un ruidoso aterrizaje en la isla, pero una vez integrado en la plantilla le ha envuelto el silencio. Suma 195 minutos en Liga desde que en enero tuvo los papeles en regla para jugar y acumula ya varias jornadas viendo los partidos desde la banda. Sus detractores afirman que Serra Ferrer pagó 2,7 millones de euros por un futbolista de Segunda División; sus defensores aseguran que no ha tenido tiempo para adaptarse y que empezará a ser rentable el próximo curso.

De momento Víctor y Hemed parecen un muro insalvable para el delantero belga. Incluso el canterano Álvaro parece tener prioridad en la lista de preferencias de Caparrós.

Es posible que Alejandro Alfaro (812 minutos) no aguante bien la presión de estar en boca de todos por la polémica que rodeó su fichaje y que ha acabado en el juzgado. El nombre del andaluz se asocia con Impera y Viasport, no con regates, asistencias o goles que hayan quedado grabados en la memoria.

Fue un capricho de Laudrup y el club pagó 750.000 euros al Sevilla y comprometió otro millón a las citadas sociedades. Debía asumir el rol que había dejado vacante Jonathan De Guzmán cuando se fue al Villarreal, pero está muy lejos de conseguirlo. Ha disfrutado de alguna titularidad, pero normalmente Caparrós le reserva para los últimos minutos.

Zuiverloon (588 minutos) es un ´Expediente x´, un futbolista invisible a los ojos de Caparrós, que le ha relegado a la condición de cuarto lateral diestro (detrás de Cendrós, Chico y Martí Crespí). Tuvo la confianza de Laudrup, pero la llegada de Caparrós y alguna que otra lesión le han dejado en el dique seco. Para el holandés las cosas están claras. Si el técnico utrerano sigue, él hará las maletas.