¿Quién es realmente Utz Claassen, el hombre que ha puesto patas arriba el Mallorca? Cuando en noviembre de 2010 se hizo con un diez por ciento de las acciones de la entidad mallorquinista se comprometió a sacar fruto de sus influencias en Alemania para modernizar las estructuras del club isleño e incluso se comentó la posibilidad de que llegara algún jugador alemán de campanillas para alegrar a la alicaída afición mallorquinista, hastiada de años de mediocridad. Nada de eso hubo. Solo se le veía en los consejos de administración. Hasta que estalló el escándalo de la supuesta estafa por parte del presidente y vicepresidente, Llorenç Serra Ferrer y Jaume Cladera, que ha acabado con una querella criminal por entender que pagó un sobrepecio por su paquete accionarial. Ahora sí se deja ver, escuchar y leer en televisión, en multitud de emisoras de radio y en periódicos.

De estar en el escaparate mediático sabe un rato el segundo máximo accionista del Mallorca. En el último año la prensa alemana se ha hecho eco de supuestas irregularidades que habría cometido Claassen por las diferentes empresas por las que ha pasado. Presidente del Hannover en 1997 solo por unos meses por las amenazas de muerte que recibió por un drástico plan de saneamiento, fue destituido en 2005 como presidente de la empresa de enería EnBW acusado de, presuntamente, haber falseado la contabilidad para aparecer como el gran y exitoso saneador de las cuentas. La fiscalía de Manheim inicia un proceso de investigación contra Claassen por falsificación de balances. Durante su etapa al frente de esta empresa patrocinó al Karksruhe e hizo una demostración de poder cuando exigió al club a destituir al entonces entrenador Reinhold Fanz bajo la amenaza de no prolongar el contrato de patrocinio. Fanz se despachó a gusto cuando se consumó su despido: "Claassen no tiene ni idea de fútbol".

El 9 de septiembre de 2011, el Spiegel online publica que el 1 de enero de 2010 Claassen accede al cargo de presidente del consejo de Solar Millenium "con un contrato de cinco años con un sueldo mensual de 100.000 euros". Cuando entró en la empresa se embolsó nueve millones de euros como bono tras la toma de posesión del cargo, lo que de alguna manera vendría a dar la razón a Claassen, que denunció el caos de la empresa y que fue el motivo por el que presentó su dimisión tres meses después. Por sus 74 días en el cargo exigía una indemnización y compensación de siete millones. La empresa le reclamó los nueve millones y se inició un proceso judicial que sigue abierto. Claassen reclama una indemnización de 200 millones por daño a su imagen.

En agosto de 2011 el Süddeutsche Zeitunng publica que BAFin, la Autoridad Alemana de Supervisión Financiera y la fiscalía "está investigando las irregularidades detectadas en Solar Millenium ya que pudieron haberse cometido delitos de abuso de información privilegiada". "Resulta que uno de los consejeros de la empresa Khun compró en 2009 casi 150.000 acciones de Solar Millenium justo antes del anuncio de un importante proyecto para la empresa, para a continuación venderle esas acciones a su futuro jefe de empresa, es decir, a Claasen", una investigación que no se ha podido comprobar. Un personaje con un pasado muy oscuro.