Unas 200 personas han participado este domingo en una manifestación en Deià para expresar su rechazo a la urbanización 'Petit Deià' y para exigir a las autoridades un municipio adaptado a sus vecinos "y no sólo para los millonarios".

La marcha partió desde el punto donde se está construyendo la polémica urbanización y concluyó en el anfiteatro Joan Mas, donde los organizadores leyeron un manifiesto para pedir un cambio en la normativa urbanística para hacerla más restrictiva y evite futuros desarrollos urbanísticos como el que ayer protagonizó la manifestación. La protesta contó con el apoyo de numerosos vecinos, entidades, la oposición municipal y el grupo ecologista GOB

La manifestación estuvo encabezada por una pancarta en la que se leía el lema 'Volem un Deià Petit', mientras que sus integrantes gritaban proclamas como "prou especulació", "volem un Deià per viure" o "qui estima Deià no el destrueix".

En el anfiteatro, varios miembros de 'Volem un Deià petit', organizadora de la protesta, leyeron un manifiesto. En él expresaron su "horror frente al proyecto de urbanización" que tildaron de "otro ejemplo especulativo al cual se ha sometido Deià, no motivado por las necesidades habitacionales de sus vecinos, sino con la única voluntad de hacer negocio sobre nuestro territorio y paisaje". Apelaron a los problemas que sufre el municipio actualmente en servicios como agua potable, depuración de aguas o falta de aparcamiento y recordaron que quieren un Deià "para la gente que vive ahí, para la gente normal, no únicamente millonarios, porque el precio de la especulación lo pagamos entre todos". En el manifiesto se recordaron los problemas que sufre el municipio en verano por falta de vivienda y que el alquiler turístico y las segundas residencias "han propiciado que Deià es el pueblo con mayor presión fiscal municipal de las Baleares y el cuadragésimo de todo el Estado".

En el trasfondo de la marcha de protesta está la urbanización 'Petit Deià' que recientemente se puso en marcha en la zona de es Clot de sa Vinya. Supondrá la construcción de 21 viviendas de lujo que cuentan con todos los beneplácitos de la administración: la licencia municipal y los informes favorables de organismos supramunicipales como el departamento de Patrimonio del Consell de Mallorca. La urbanización se levanta en un solar edificable recogido en las normas subsidiarias del municipio que datan del año 1992. El proyecto se remonta a la década pasada cuando sus promotores obtuvieron licencia en 2007 para llevarla a cabo. Pero las obras no llegaron a iniciarse y diez años después sus promotores volvieron a tramitar los permisos que le concedió el municipio de acuerdo a la misma normativa urbanística.

Precisamente, una de las reivindicaciones de los vecinos adscritos a la plataforma "Volem un Deià Petit" es conseguir que el ayuntamiento modifique sus normas subsidiarias para acabar con la posibilidad que se desarrollen nuevas urbanizaciones como la que se está ejecutando. Por ello consiguieron que el consistorio incluyera en sus presupuestos para este año una partida abierta para destinarla a la revisión del plan. El descontento de la oposición y la plataforma permitió que la partida fuera dotada finalmente con 6.000 euros.

El acto reivindicativo tuvo el apoyo de Agrupació DEIÀ representado por el concejal Lluís Apesteguía; por el nuevo presidente del GOB, Amadeu Corbera, o por el concejal de movilidad de Palma, Joan Ferrer.