Durante el transcurso del pleno celebrado ayer en el ayuntamiento de Santa Margalida, el alcalde Joan Monjo explicó que es partidario de externalizar el servicio de suministro de agua potable en la Vila tal y como se hizo en los núcleos de Can Picafort y Son Serra, cuya concesión finaliza el próximo año 2020.

Monjo argumentó que el Ayuntamiento no puede asumir "los cinco o seis millones de euros" que costaría la reforma de la canalización, que está muy averiada y presenta pérdidas del 65 por ciento del líquido. Para apoyar su teoría de que una explotación privada no es peor que la pública, tal y como sostiene la oposición de Suma pel Canvi, el alcalde explicó que en Son Serra y Can Picafort las pérdidas de agua solo son del 30 por ciento, a pesar de que el servicio está gestionado por una empresa privada, mientras que en la Vila, donde el servicio es de gestión pública, las pérdidas son mucho más abultadas.

Por otra parte, en otra propuesta el equipo de gobierno insta al Govern a invertir el dinero necesario para mejorar el mantenimiento de la estación depuradora que comparten Muro y el núcleo de Can Picafort.