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Historia

Universitarios americanos buscarán bajo el mar la historia antigua de Son Servera

Durante estas semanas voluntarios del estado de Washington y de universidades españolas excavan en el Turó de s'Olivar

Alumnos de la universidad de Washington catalogan cada pieza encontrada estos días. biel capó

La clave para entender la historia antigua de Son Servera podría estar en el mar. Profesores de la Universidad del estado de Washington ya está estudiando la posibilidad de explorar el fondo marino, de cara al verano de 2019, para conocer e intentar relacionar los asentamientos prehistóricos en tierra, con la posterior ocupación romana del municipio.

Desde que en 2012 apareciera por primera vez un proyecto arqueológico en Son Servera, después de casi medio siglo sin tener ninguno, el municipio cuenta actualmente con una cantidad inmensa de datos de la Prehistoria. Entre ellos unos 90.000 m2 de territorio prospectado, que han aportado más de 13.000 fragmentos catalogados que suponen unos 230 kilos de material en pequeñas piezas, todos ellos geolocalizados en los puntos donde fueron hallados, y que han supuesto unos 17.000 puntos de localización GPS.

También gracias al desarrollo de un proyecto iniciado en 2014 por el arqueólogo local, Antoni Puig, junto con Jordi Hernández, Bernat Burgalla y Margalida Munar. Al que un año después se uniría la Universidad estadounidense de Washington (Seattle) de la mano del profesor de origen mallorquín, Marc Llobera O'Brien y el estudiante de doctorado, Jake Deppen.

Inicios

Inicialmente el proyecto se inició con la limpieza del conocido como Talaiot de Mestre Ramon, cuyas excavaciones desvelaron que se trataba de una estructura ritual. También había previstas excavaciones en otros lugares como Son Lluc o es Turó de s'Olivar. La parte que más interesa es el uso del paisaje para poder relacionar los asentamientos cercanos y por qué se habrían elegido estos lugares. En este punto es cuando el profesor Llobera, que acababa de realizar un estudio paisajístico en la isla de Córcega y buscaba otro lugar en el mediterráneo para seguir sus trabajos, entró en escena.

Con la entrada de los americanos llegó una nueva metodología, que permite que un equipo de voluntarios, aunque no tengan conocimientos arqueológicos, puedan recoger con eficacia y fiabilidad muchos datos. Empieza así un ciclo de cinco años, que lleva no solo a voluntarios americanos, sino también a otros de diversas universidades españolas a colaborar en las labores.

Después de cuatro años de prospecciones sobre el terreno, el año pasado se llegó al 20% del municipio. Ahora las excavaciones se han iniciado en tres enclaves claves importantes por su situación y cercanía: Mestre Ramon, Son Lluc y el Turó de s'Olivar, que están aportando datos nunca recogidos en otros proyectos. A la espera de su procesamiento final, ya se sabe que en Mestre Ramon, en el tiempo en que estuvo empleado como estructura ritual, no estaba habitado como sí lo estuvieron asentamientos cercanos, como ses Rumies de Pula, el Turó de s'Olivar o Son Lluc.

También se está estudiando si al final de la Prehistoria todas estas familias se reagruparon en Mestre Ramón coincidiendo con la construcción de la muralla (500 a.C.) y crearon el primer poblado, explica Jordi Hernández, quien añade que en el momento de su agrupación podría coincidir con la llegada del comercio fenicio a través del mar, al encontrarse muy cerca del Port Vell. Aunque también se intuye, que antes de esta agrupación los habitantes no priorizaban asentamientos que estuvieran cerca del mar, sino tierra que tuviera la posibilidad de ser regada.

Las jornadas de trabajo diarias se dividen en dos partes. La primera la de excavaciones, actualmente en Son Lluc y es Turó de s'Olivar, que empieza a las siete de la mañana y las prospecciones que se realizan en diferentes lugares, previa autorización de los dueños.

Metodología

Primero se traza un punto GPS, se anotan las coordenadas y se traza un circulo donde se recogen los hallazgos, si los hay, para ir repitiendo el proceso hasta el mediodía. La segunda parte es la de limpieza, catalogación y recogida de datos. Aquí los técnicos controlan los hallazgos y descartan los que no tiene valor arqueológico.

Prospecciones a pie de campo. b. capó

Los datos recogidos, una vez introducidos en la base de datos, están disponibles para todo el equipo desde el servidor de la Universidad de Washington. Aunque el proyecto está pensado para un periodo que va desde las navetes, hasta la época romana, en un lugar donde a lo largo de la Historia han confluido tantas culturas, también se ha encontrado y recogido información de la dominación musulmana. "Finalmente cuando podamos procesar y publicar toda esta información seguramente cambiarán algunas ideas de las que se tienen hasta ahora".

"Ya intuimos algún cambio en la época Islámica y en cuanto a la Prehistoria tendremos mucha información complementaria" explica Antoni Puig, quien también aclara que todo ello no habría sido posible, sin la aportación de un grupo de voluntarios (alrededor de 70, 30 de los cuales son americanos de Universidad de Washington) o de la involucración del ayuntamiento de Son Servera.

Estos cuatro años de trabajo han dado mucha información y han levantado el interés de mucha gente. Por primera vez se ha incluido una entrada del proyecto en Wikipedia. También la metodología empleada en las prospecciones llevadas a cabo por el equipo americano y mejoradas durante estos cuatro años, han sido ya expuestas por Llobera y el doctorante Jake Deppen, en un congreso en Canadá el pasado invierno.

Momento del lavado de las piezas. B. Capó

El próximo año será la última campaña de este primer ciclo de cinco años en los que se ha trabajado en el estudio del uso paisajístico de los últimos 2000 años en Son Servera. Mientras se está trabajando en la redacción de un segundo que permitiría seguir recabando información del resto de territorio del municipio, y en el que no se descarta incluir alguna prospección marina y recabar objetos del fondo de las aguas.

Divulgación

Ahora quizás quede una función más divulgativa y de conservación. Los asentamientos no se pueden olvidar, se tienen que mantener limpios y dar a conocer, por parte del Consistorio, para que tanto trabajo no caiga en el olvido, y de mantenerlo limpio de vegetación para quien quiera visitarlos.

Siempre se ha hablado de un ruta arqueológica, también de una oferta turística más, pero para ello hay que dar un paso, una apuesta política que complemente esta gran labor de recopilación y proceso de datos, realizada por todo este gran equipo de mallorquines y americanos.

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