Calvià veta los parques acuáticos flotantes en la costa del municipio. Después de haber iniciado un expediente para rescindir la concesión en siete playas, esta semana el pleno confirmó que no volverá a sacar a concurso la instalación de estas estructuras en los arenales en que se ha detectado un incumplimiento de los requisitos. Todos los partidos estuvieron de acuerdo en apoyar esta iniciativa que presentó el grupo municipal de Esquerra Oberta.
Incluso el PP respaldó esta moción. La pasada legislatura, el equipo de gobierno popular licitó los parques de juegos por un periodo de 10 años y un importe total de 409.975 euros.
El entonces regidor de Litoral, Daniel Perpiñá (PP), recordaba esta semana que en su día, con esta medida, se quiso ofrecer más servicios a los bañistas al tiempo que se obtenían ingresos para el Ayuntamiento. A continuación, reconoció, sin embargo, que había casos de "impacto visual", por lo que entendía las quejas de los vecinos.
Así lo subrayó también durante su intervención el regidor de Esquerra Oberta Rafel Sedano, quien recalcó que se trata de una "actividad lúdica que ha chocado directamente con lo que contenta al turista y con lo que opina una amplia mayoría de los vecinos del municipio".
Las playas de Calvià en las que se ha iniciado el expediente de rescisión de la concesión son las de Son Maties, Palmanova, es Carregador, Oratori, Palmira, Torà y un sector de la playa de Magaluf. En el caso de la playa grande de Santa Ponça y la de otro sector de la de Magaluf, la empresa concesionaria nunca llegó a instalar las estructuras. Por su parte, el alcalde Alfonso Rodríguez Badal (PSOE) acusó al PP de "amueblar" los arenales del municipio y de "privatizar el espejo de agua" con estas plataformas, licitadas por un periodo de 10 años.
