"Si lo pusieran a la venta, estaría vendido enseguida. Todo el mundo anda ahora buscando hoteles como éste en primera línea". Quien así se expresa es un hotelero de Peguera, una zona de Calvià caracterizada por las empresas turísticas familiares y centrada, sobre todo, en el turismo alemán.
En los ambientes hoteleros de Peguera, se desconoce cuál es la situación legal del inmueble después de la operación policial de finales de 2013. "Lo hemos hablado muchas veces entre nosotros. Dábamos por hecho que acabaría saliendo a subasta. Sería lo mejor", explican fuentes del sector. Hay hoteleros que aseguran que les "sabe mal" que un hotel como éste, en primera línea de playa entre Peguera y Cala Fornells y con capacidad de 274 plazas, siga cerrado. "Y encima es que está recién reformado", exponen.
Se refieren a las reformas que se llevaron a cabo a partir de 2010, y que incluyeron la demolición de una parte del hotel, en concreto la situada sobre el mar. El derribo fue consecuencia del acuerdo alcanzado con Demarcación de Costas, ya que la concesión para ocupar este espacio del litoral caducaba en el año 2018.
