­Esta mañana se llevará a cabo un curioso desfile de ocas en Can Picafort. Se trata de la respuesta municipal a la negativa del Govern balear a modificar la ley de Protección de los Animales y permitir la suelta de patos del día de la Mare de Déu d´Agost.

El Ayuntamiento de Santa Margalida, lleva años reivindicando que se le permita volver a organizar la suelta de patos, como lo hizo durante 75 años. Sin embargo, la Ley establece que sólo se consideran fiestas tradicionales y autorizadas las que lleven celebrándose durante 100 años o más.

El consistorio hizo una petición al Govern para que rebajase ese período de tiempo a 75 años. Sin embargo, la directora general de Relaciones Institucionales y Acción Exterior, Carme Lliteras, ha contestado a la petición con una misiva en la que indica que "no se encuentra incluido en el programa legislativo del Govern".

Joan Monjo, delegado de alcaldía en Can Picafort, ironiza que "son muy formales pero muy poco atentos. Quizá el caso barcenas lo tenían incluido en su programa y esto no".

El desfile de ocas que prevé el consistorio pasará por delante la zona donde habitualmente se efectúa la suelta de patos (desde hace unos años de plástico). Irán desfilando con un perro pastor y se prevé que lleven colgado un patito de goma al cuello.

Monjo sostiene que "no se trata de ninguna violación de la Ley de Protección de los Animales puesto que las sacamos a pasear en un desfile al igual que se hace en las bendiciones del día de Sant Antoni".

La reivindicación municipal se centra en que "no se maltrata a los animales y que es una práctica ancestral del nucleo turístico de Santa Margalida".

El núcleo de la fiesta

La fiesta consistía en soltar ánades desde varias barcas para que los jóvenes se lanzasen al agua a cogerlas nadando.

Este acto ha contado con la oposición de grupos proteccionistas que lo han denunciado retiradamente. El Govern lo prohibió taxativamente hace unos años y, a pesar de que algunos años se burló la prohibición por parte vecinos anónimos, en la actualidad se lanza al agua patitos de goma que luego son canjeados por regalos.