El 15 de agosto de 2002, Joan Mesquida Llinàs sustituyó a Juanjo López como Dimoni de Montuïri. Se cumplen ahora diez años (y once Sant Bartomeu con el de este 2012) como protagonista de las fiestas patronales. Mesquida tiene 34 años, está casado y tiene un hijo de tres. Dos de sus tres habituales y esperadas actuaciones de los próximos días, la Mare de Déu Assumpta, Sa Revetla (23) y Sant Bartomeu (24) están a la vuelta de la esquina.

€¿Qué diferencia existe entre el Dimoni de su debut y el actual?

€Un mayor grado de experiencia. Dedico más tiempo y atención a los Cossiers y a los niños pequeños en las carreras de las joies o en hacer sitio entre la multitud para que los Cossiers dispongan del espacio suficiente para danzar. Si alguien cae, detengo la carrera; algo que en mis primeros años no pensaba en llevar a cabo. También bailo en más ocasiones de forma simultánea a cuando lo hacen los Cossiers, especialmente en el cadalso. Resulta curioso observar como los compases y el ritmo no se pierden con los años. Al principio estaba nervioso y angustiado, ahora ya lo tengo superado.

€¿Qué le decía entonces su novia y qué le comenta ahora como esposa?

€Desde el primer momento me dio su apoyo para ejercer como Dimoni. Este respaldo incluso ha ido aumentando a lo largo de los años. Eso sí, cada vez que efectúo una de las tres salidas habituales, me aconseja que vaya con cuidado en hacerme daño dado que Montuïri cuenta con calles muy empinadas y estrechas y, además, se amontona mucha gente en torno a los Cossiers. Ella es mi mejor estímulo y me anima siempre.

€¿Y el pequeño Joan?

€En estos días previos a las fiestas, quiere que cada día me vista de Dimoni. Él tiene un traje exactamente igual que el mío con llandera, barrota y carota. De vez en cuando, quiere que baile en casa. Él me imita y mi mujer es la dama que nos pisa a nosotros dos, como ocurre en los bailes.

€¿Qué resulta lo más difícil de ser el Dimoni de Montuïri?

€Dejar sitio libre entre la muchedumbre para que los Cossiers puedan bailar en el espacio requerido. Procurar que no siempre los mismos estén en primera línea y apartar a quienes molestan el recorrido, como es el caso de los que van borrachos. Por otra parte, el ángulo de visión es reducido puesto que a través de la carota (máscara) solamente puedo ver lo que pasa a partir de los dos metros y cuando corro se desplaza de un lado para otro...

€Cuente alguna anécdota divertida.

€La rotura de uno de los dos cuernos en el segundo año de actuación. El causante fue precisamente mi hermano pequeño que salía de un bar y se cruzó en mi camino de forma repentina. Yo, como es habitual, le aticé con el látigo. No me di cuenta hasta que llegué a casa y supe que el culpable había sido él.

€Cada año, algunos niños pequeños dan el chupete al Dimoni. ¿Para qué?

€Las mamás se encargan de ello con el con el fin de que sus hijos dejen de usarlo. Un año una madre me dio ocho chupetes y tuve que llevarlos durante casi toda la mañana del día de Sant Bartomeu.

€¿Recuerda algún incidente?

€El año pasado caí en la bajada de la calle Es Pujol, la más espectacular de las carreras. Había tres jóvenes tendidos en el suelo. Pude saltar encima de los dos primeros, pero no del tercero. Me produje hematomas por todo el cuerpo y muchos rasguños en los brazos y piernas.

€¿Hasta cuándo Dimoni?

€El cambio de Dimoni no debe realizarse el mismo año del cambio de generación de los Cossiers, sino a mitad del período de actuación de cada generación, con el fin de efectuar un correcto traspaso de funciones, tanto en relación con los Cossiers como con el Dimoni. Por tanto, creo que me quedarían unos tres años. No obstante, yo seguiría hasta que el cuerpo aguante.