Rafel Nadal está contento. Se lo pasa muy bien, se divierte y no lo disimula en absoluto. El número 1 del tenis mundial se lució el pasado viernes bailando durante un par de minutos encima de la barra del pub Bauxa, a las 4 de la madrugada. Y ayer se exhibió de nuevo, esta vez bajo la luz del sol de media tarde, en pleno centro de su ciudad natal, Manacor. El motivo era la grabación de otro anuncio publicitario protagonizado por él.

Si recientemente rodó en el colegio público es Canyar para la firma de seguros Mapfre, contando con la participación de los alumnos, en esta ocasión hizo de actor, junto con una veintena de extras, para un banco con el que también ya ha intervenido en anteriores spots: Banesto. El corazón histórico de la capital del Llevant, zona peatonal de la iglesia de Els Dolors, la Torre del Palau y la céntrica explanada de sa Bassa, se convirtió en un auténtico plató de cine desde primeras horas de la mañana hasta pasadas las 17,30 horas, cuando unos sentidos aplausos celebraron la filmación de la última toma, con Nadal ante la entidad financiera ubicada en la esquina de las calles Francisco Gomila y Pius XII, precisamente a dos pasos de sa Bassa.

Máxima expectación

La habitual discreción de Nadal, así como el sorprendente respeto que le mantienen sus conciudadanos, están contrastando con la soltura que muestra últimamente el mejor tenista español de la historia y los cada vez más frecuentes gestos de admiración y afecto de sus paisanos. Esto pudo constatarse el pasado fin de semana y ayer tarde en Manacor.

Durante todo el día, vecinos, visitantes, comerciantes y otros múltiples trabajadores del centro seguían con atención lo que pasaba, o como mínimo curioseaban por unos instantes en torno al despliegue de medios técnicos y profesionales de la empresa Palma Pictures. En este sentido, todas las miradas buscaban al ídolo Nadal, si bien un doble (joven de semejante altura y condición física que el tenista) le suplió en la mayor parte del tiempo de rodaje.

El extraordinario montaje de cables, cámaras, focos y pantallas, moviéndose de un lugar a otro, revolucionó en cierto modo el ritmo cotidiano del centro de Manacor, de lo más tranquilo y silencioso.

Asimismo, un considerable número de vehículos con reserva exclusiva de estacionamiento en distintos puntos alteraron la estampa corriente de la ciudad, hecho que molestó a algunos conductores por dificultar la circulación y el aparcamiento. De hecho, en la parte final de la grabación, de las 16,45 a las 17,30 horas, policías locales controlaban el área y se cortaba incluso el tránsito por ejemplo en la vía Joan Lliteres. Otra ´ocupación´ de espacios alteró a su vez la imagen de siempre.

Nadal, con sonrisa reveladora y comportamiento espontáneo, se dejó ver principalmente entre las 15,30 y las 17,30 horas. Cabe apuntar que en el centro peatonal, concretamente en la finca de la torre del Palau, dispone de vivienda familiar. En la misma calle Bosch, de acceso al inmueble en cuestión, frente a la administración de lotería, aparcó un vehículo tipo autocar americano de época, que acogía camerinos. Cerca de Els Dolors, una carpa y otro mobiliario audiovisual necesario.