En dos meses el ayuntamiento de Marratxí pondrá fin a más de cuatro años de obras para la construcción de la deixalleria. Así lo explicó el regidor de Medio Ambiente de la localidad, Pedro Bestard, momentos antes de que fueran presentados en las citadas instalaciones los 14 vehículos municipales (4 de Medio Ambiente y 10 de Vías y Obras) que funcionarán con biodiesel.

El proyecto, iniciado en el año 2000 durante la legislatura del Pacte, ha sorteado numerosos obstáculos. Su estreno estaba previsto para 2003, pero la falta de planificación económica hizo que las obras permanecieran paralizadas largo tiempo, hasta que el Ayuntamiento firmó un nuevo convenio que le permitió disponer de liquidez. De los 833.000 euros iniciales, se pasó a 1,1 millones de euros, a los que luego se añadieron otros 400.000. En estos momentos, indicó Bestard, se ha previsto una nueva inyección de capital que oscila entre los 360.000 y 421.000 euros.

Según explicó, el proyecto sólo contemplaba la estructura, de ahí el sobrecoste de las obras, que en la actualidad se centra en el tejado, que está siendo objeto de reforma por problemas técnicos.

Una vez se inaugure, prevé ser el punto verde más grande de Mallorca. Ubicado en el polígono de Can Rubiol, ocupa una superficie de 2.000 metros cuadrados, de los que 1.600 están construidos.

Además de la recogida de papel y cartón, vidrio y envases, también se tratarán residuos voluminosos -muebles, electrodomésticos...- así como peligrosos o contaminantes, que serán reciclados para usos diversos. Además, el centro cumplirá también una función formativa, ya que dispondrá de una escuela taller. gracias a la cual los alumnos aprenderán un oficio a con el que integrarse en el mundo laboral.