Álvaro Gijón es quien mejor sabe que ya no le espera ningún futuro político, pero no quiere dejar esta actividad saliendo por la puerta de atrás. En su primera entrevista a un periódico tras ser investigado e interrogado por el juez por su relación con la trama policial, asegura que se siente inocente y que se esforzará en demostrarlo. Está preocupado porque los delitos que le imputan son muy graves y teme más por su futuro personal que por su trayectoria política. Sin embargo, anuncia que no piensa dimitir ni de sus cargos de diputado y concejal, ni dejará que su defensa, a través del abogado José Ramón Orta, pueda verse influenciada por los intereses de José María Rodríguez, expresidente del PP de Palma, quien también aparece salpicado por la trama corrupta.

-¿Tiene previsto dimitir?

-Soy consciente de que mi tiempo en política ha terminado, pero no quiero irme pensando que la gente cree que he hecho algo malo, porque no es así. Soy inocente y un inocente no tiene que dimitir. Aun así, asumo que mi situación es incómoda y le estoy haciendo daño a mi partido, el PP.

-Lleva meses analizando el sumario de la trama corrupta. ¿Cuál fue su primera reacción al leer la documentación?

-Los hechos me parecen muy graves, pero debo aclarar que ni conocía, ni he consentido, ni nadie me comentó jamás la existencia de esta trama corrupta en la Policía Local. Por este motivo estoy muy tranquilo, porque yo no he cometido ningún delito.

-Sin embargo, hay testigos que le implican y que le advirtieron de algunas prácticas ilegales.

-Así es, pero sus declaraciones no son correctas. Por ejemplo, hay un empresario que asegura que me comentó un caso de unos policías que realizaban prácticas ilegales y que yo los protegí. No recuerdo esta conversación, pero varios de los policías que aparecen implicados yo mismo los expedienté por graves irregularidades. Allí están los documentos que lo acreditan. Sin embargo, he de reconocer que el sumario relata episodios muy graves, que me causan una gran preocupación.

-¿Es lógico que unos políticos se reúnan en el bar de un agente para tratar los temas de la Policía Local?

-Esta situación hay que situarla en un contexto. En el año 2011 el PP de Palma estaba presentando un programa sin conocer aún el nombre de un candidato. A Mateu Isern se le eligió pocos meses antes de las elecciones y teníamos que presentar y dar a conocer a nuestro candidato. Por ello, celebramos un maratón de reuniones, no solo con la Policía, sino con todos los sectores, y hacerlo en un bar era porque queríamos conocer los problemas de la calle. Que lo hiciéramos en un bar no suponía que estuviéramos tramando una nueva estructura policial."No solo no lo sabía yo, tampoco sabían nada ni los políticos de la oposición ni la prensa"

-¿Y de qué se habló en concreto en aquella reunión con el futuro alcalde, Mateu Isern, en el bar de Daniel Montesinos?

-De nada especial. La situación de la Policía Local era un tema muy sensible. Había muchas quejas sobre la falta de actuación de determinadas unidades. Y antes de las elecciones de 2011, el colectivo policial se sentía muy desprotegido. Pretendíamos cambiar las cosas y por eso queríamos conocer los problemas del colectivo. Además, el tema de la seguridad era una cuestión prioritaria en el programa electoral del PP.

-Pero ahora se debe plantear muchas preguntas al recordar esa reunión.

-Ahora sí, porque en la reunión había cuatro policías locales que están imputados en la trama corrupta. Sin embargo, debo aclarar que no se les investiga por reunirse con nosotros, sino por otros hechos. A mí me gustaría que algún día le preguntasen al alcalde, Mateu Isern, cuál era el objetivo de esa reunión y seguro que confirmará lo que estoy diciendo.

-¿Realizaron maniobras para colocar a policías afines del PP en puestos clave dentro del organigrama policial?

-No, eso tampoco es cierto. Yo fui responsable político de la Policía Local entre septiembre de 2005 y mayo de 2007. Tardé seis meses en saber cómo funcionaba la Policía, que tiene más de 30 unidades. Mi primera decisión fue cambiar al jefe y nombré a Nicolás Herrero, que fue un cargo de confianza con Antich. Eso me costó una bronca en mi partido, pero consideré que era necesario. Si una persona es un buen profesional, nunca me he preocupado por su inclinación política. Jamás he cambiado a nadie, aunque podría haberlo hecho, por lo que pensara. Por eso, no tiene sentido que se diga que planificamos el ascenso de policías porque eran simpatizantes del PP.

-Si es cierto lo que dice, ¿por qué motivo en el año 2011 se cambia al jefe de la Policía Local cuando el PP gana las elecciones en Palma?

-Hacía falta un cambio, un revulsivo. Herrero llevaba mucho tiempo de jefe y le faltaba un cierto empuje en determinados temas. Además, estaba a punto de jubilarse. En ese momento creíamos que la Policía Local estaba dormida y necesitaba despertar. Por ello se barajaron varios nombres para ocupar el cargo de jefe y nos decidimos por Antonio Vera, que para mí era un buen profesional.

-¿Quién dio la orden para que se amañaran las oposiciones internas en la Policía Local?

-Yo desde luego que no y creo que en realidad esa orden nunca existió. No tiene ningún sentido que se pretenda controlar la Policía a través de los oficiales, que son más de 80. Si se quiere controlar se hace a través de cargos de mayor rango, como inspectores o comisarios.

-Pero reconocerá que no es normal que se faciliten las preguntas de un examen a un policía (Daniel Montesinos), que además es interino, para que las facilite a sus compañeros.

-Claro que no. Le puedo decir que en las áreas municipales que he dirigido nunca he tenido acceso a las preguntas de las oposiciones. Jamás las pedía. No tiene sentido que te arriesgues a perder toda una carrera política por esta tontería, pero no sé el motivo por el que el director general tenía estas preguntas, aunque él afirma que nunca las filtró.

-¿El Partido Popular le debe algún tipo de favor a Daniel Montesinos?

-En absoluto. Cuando preparamos las elecciones de 2011, Daniel Montesinos aparecía en alguna reunión en el partido para hablar de los problemas de la Policía Local. En el PP se suelen tener reuniones con mucha gente. No recuerdo que me hablara de ningún tema en particular, pero le puedo asegurar que a mí nunca me pidió ningún favor personal. Ni él ni nadie.

-Se dice que usted paralizó sus expedientes disciplinarios.

Eso no es cierto. En una ocasión me encontré por el Ayuntamiento con los responsables de la Policía, que iban a visitar al alcalde. Me hablaron de los problemas que había entre policías del GAP. Me preguntaron mi opinión y les dije que si abrían un expediente contra un determinado policía, que lo hicieran bien y siempre con pruebas, porque de lo contrario era perder el tiempo. Recuerde que Aina Calvo se gastó 30.000 euros en investigar a ocho policías. Se les expedientó, pero al final no se pudo hacer nada contra ellos. Sin embargo, les dejé claro que este tema lo hablaran con el alcalde. Yo no ordené que se paralizara ningún expediente, entre otras cosas porque no me encargaba de la Policía Local. Mi área de responsabilidad se centraba en el turismo.

"Hablo por mí porque sé lo que he hecho, lo que no he hecho y en qué lugares he estado"

-Es difícil aceptar que ningún responsable político tuviera el más mínimo conocimiento de que había una trama de extorsión en Palma organizada por policías locales.

-Lo que puedo decirle es que yo nunca supe, ni sospeché nada extraño. Pero no solo yo, tampoco lo sabían los concejales de la oposición, ni la prensa. Es lógico, porque no se pueden controlar todos los temas. Si no hay una denuncia concreta, no te enteras. Ningún empresario me ha dicho jamás que la Policía Local le estaba extorsionando. Los que gobernamos antes y los que lo hacen ahora, hemos estado tanto en el poder como en la oposición y jamás se trató este tema. Además, en las juntas de seguridad, ni la Guardia Civil ni la Policía Nacional comunicaron jamás nada de este problema, lo que demuestra que nadie sabía nada. Esto me hace pensar que la actuación corrupta de estos policías era muy reducida.

-Sin embargo, a estas alturas nadie puede dudar de que estas extorsiones a los empresarios nocturnos se producían.

-Claro que no. Está claro que una serie de personas se han aprovechado de su condición de policías en beneficio propio. Lo que niego es que detrás de estas prácticas ilegales existiera una connivencia o conocimiento político. Sin embargo, me produce una sensación de tristeza reconocer que no nos dimos cuenta de lo que estaba pasando.

-¿Es verdad que el PP tenía interés en crear una policía paralela para que trabajase para el partido?

-Tampoco es cierto. Si esa afirmación fuera real supondría que habríamos cometido una ilegalidad y mucha gente se habría dado cuenta y lo habría denunciado. Para que un partido político pueda ejecutar sus decisiones tampoco es necesario tener a la Policía Local de su parte. Además, en el ayuntamiento de Palma hay funcionarios con mucha experiencia y personalidad que no habrían permitido que se cometieran estas irregularidades.

-¿A José María Rodríguez le ve usted capaz de dirigir esta trama conspirativa?

-A mí no me consta. En las reuniones con los policías siempre se hablaba de temas que afectaban al colectivo, nunca de controlar a la Policía. Pero yo hablo por mí, no por Rodríguez.

-¿Han protegido de alguna manera a algunos de estos policías próximos al PP y que después se ha demostrado que se han dedicado a extorsionar a empresarios nocturnos de la ciudad?

-Hay varios policías que iban diciendo que eran los chicos del PP y uno presumía de que le nombrarían comisario. Otro decía que sería el escolta del alcalde. Así aparece descrito en el sumario. Sin embargo, es fácil comprobar que esto no ha sido así. A ninguno de estos policías se les ha promocionado para que ocupen cargos de responsabilidad en la estructura policial, ni tampoco se cambió al escolta de Isern.

-Entrando en el tema de los hechos que se investigan. ¿Si un empresario invita a un político a una bacanal sexual, es porque busca algo a cambio?

-Así es, pero esta pregunta tendrá que trasladarla a los políticos que acudían a estas orgías sexuales y que aclaren qué dieron a cambio de estas invitaciones. Yo soy el primer interesado en que se sepan los nombres de los políticos que han acudido a estas orgías con prostitutas. Que todavía no se sepa hace mucho daño. Yo le puedo decir que jamás he estado en orgías con prostitutas, pero el político que sí ha asistido es lógico que esté nervioso.

-De todas formas, queda muy claro que la Policía Local ha beneficiado a varios empresarios, en detrimento de otros competidores.

-Esto está claro. Se ha sido muy exigente con muchos empresarios y, en cambio, muy laxos con otros. Pero esto será difícil de demostrar. Lo digo porque seguramente todas las sanciones que se han impuesto a estos empresarios, con la normativa en la mano, podrían justificarse. Lo que no se puede aceptar es que se avisara a otros empresarios cuando estaban a punto de realizarle una inspección, o que determinados locales no fueran nunca inspeccionados y, en cambio, otros sufrieran constantes visitas policiales.

-¿Qué ha pasado en la Patrulla Verde?

-Su organización fue un gran error. Era una unidad que no solo dependía de la Policía Local. La Patrulla Verde recibía órdenes de varios departamentos municipales y ello impedía que se llevara un control estricto de esta unidad. Siempre piensas que los propios funcionarios se autorregularán, pero en este caso no ha sido así, por esa falta de control.

-¿Cómo terminará el caso?

-Va para largo. Se condenarán hechos puntuales, pero se demostrará que detrás no hay ninguna trama política. Me esforzaré en demostrarlo, pero quiero dejar claro que hablo solo por mí, por nadie más. No sospecho de nadie de mi entorno, pero yo sé lo que he hecho, lo que no he hecho y en qué lugares he estado. Del resto no sé nada.