La gestión de la publicidad de los buses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) saldrá a concurso a menos de la mitad de precio que el contrato actual, suspendido el pasado mes de septiembre por falta de pago por parte de la empresa adjudicataria.

En el consejo de administración celebrado ayer por la empresa de transportes municipal se aprobaron los nuevos pliegos de condiciones para sacar a concurso la gestión de este contrato con un canon anual de 240.000 euros.

En el contrato actual la adjudicataria debía abonar a la EMT una cantidad fija y otra variable en función del volumen de publicidad contratado. De esta forma el primer año la empresa debía ingresar 423.000 euros, mientras que el último año del contrato la cifra del canon fijo alcanzaba la cifra de 602.000 euros.

Uno de las cuestiones más polémicas de los nuevos pliegos, que también ha sido advertido por el interventor municipal en su informe, es el hecho de que a la hora de valorar las propuestas que se presenten a la adjudicación se tendrán en cuenta criterios objetivos en un 70 por ciento, mientras que el 30 por ciento restante de la valoración serán cuestiones objetivas como el plan comercial que presente la empresa.

El departamento de intervención advierte de que en un contrato de estas características solo deberían tenerse en cuenta los criterios objetivos basados en la oferta económica más beneficiosa para la EMT que presenten los concursantes.

En todo caso se indica que si los pliegos no se cambian y se mantiene el porcentaje del 30 por ciento para los criterios denominados subjetivos se debe desarrollar más este apartado especificando claramente qué es lo que se va a valorar y cómo.

Además, según criticó el concejal socialista José Hila, miembro del consejo de administración y presidente de la empresa de transportes en el anterior mandato, los nuevos pliegos incluyen tanto la publicidad exterior como la interior de los buses, mientras que el anterior contrato solo permitía colocar mensajes publicitarios en el exterior.

Por ello, además de ser unos pliegos más baratos, permiten a la empresa adjudicataria la colocación de más soportes publicitarios que los actuales.

Otro motivo de crítica consiste en el hecho de que se mantiene la posibilidad de que los mensajes publicitarios puedan ocupar los cristales, un hecho que ha sido criticado por numerosos usuarios.