La dimisión-destitución de Antoni Vera como intendente jefe de la Policía Local de Palma se ha saldado en falso con la asunción del mando operativo del también intendente jefe Nicolás Herrero. Como se sabe, Herrero está a punto de jubilarse -le quedan siete meses de estar en activo- por lo que en abril del próximo año abandonará el mando operativo que ahora ha asumido de nuevo, tras ser arrinconado por el alcalde, Mateo Isern, justo después de las pasadas elecciones municipales y tras el triunfo electoral del PP. Como se sabe el ahora intendente jefe ha defendido un modelo de Policía Local totalmente diferente al puesto en funcionamiento por Vera. Se trata de un cuerpo atento a las demandas ciudadanas y volcado en la vigilancia y el cumplimiento de las ordenanzas municipales. Es poco probable que Isern, firme partidario y valedor de la política policial ejecutada por Vera, se haya convertido de golpe y porrazo a los postulados de Herrero, por lo que su nombramiento se debe a la necesidad de ganar tiempo.

Pendientes de un fichaje de postín

De hecho, hasta ayer circulaba la especie por el cuartel de la Policía Local, no desmentido ni confirmado, de que el alcalde o alguien próximo había sondeado al teniente coronel de la Guardia Civil, Jaime Barceló, a que asuma el mando de la Policía Local. Con el ascenso a coronel, Barceló deberá probablemente abandonar Mallorca por unos años. Se trata de una persona afable, exquisita en el trato y con buenas relaciones personales con todos los representantes de los partidos. Además, conoce el terreno que pisa.

Otra posibilidad

Otra posibilidad consiste en que, con la fecha de caducidad de Herrero fijada para el día de su jubilación, Isern se dé un respiro de siete meses y, a la vista de la evolución judicial del caso sobre el presunto amaño de unas pruebas de ascenso, pueda confirmar o no de nuevo a Vera en el mando operativo.