El inmueble de la calle Eusebi Estada, que conecta con la vía Jacint Verdaguer, está en una situación legal difícil de explicar. Fue expropiado por el ayuntamiento de Palma hace 37 años, en tiempos de la dictadura. Pero resulta que Cort no pagó el precio acordado por la expropiación a la familia Balaguer, propietaria del edificio.

El ayuntamiento de Palma pretendía demoler el citado inmueble para conseguir una conexión más amplia entre Eusebi Estada y Jacint Verdaguer a través de la calle Joan Mora. Incluso, la expropiación fue introducida en el Plan General de Ordenación Urbana de Palma.

Según explicó el abogado de la propiedad, Miguel Arbona, los dueños "han intentado en varias ocasiones rehabilitar el edificio para evitar que se degradara, pero el Ayuntamiento siempre ha denegado la licencia de obras alegando que era un edificio expropiado".

Las denuncias constantes contra los ocupantes no surtieron efecto, ya que la única forma para proceder al desalojo era que la propiedad lo pedieran vía judicial. A principios de este año la familia Balaguer decidió iniciar el proceso ante el Juzgado de Instrucción número 5. Ayer se efectuó la expulsión de los ocupantes.