El Grupo Cursach también ha sido llamado por el Ayuntamiento de Palma para que aporte sus propias conclusiones a la nueva ordenanza municipal que pretende regular el botellón. El director general del Grupo empresarial que aglutina el mayor número de discotecas, Tomeu Sbert, es contundente. "Hay que prohibir el consumo de alcohol en la vía pública", propugna.

Sbert asegura que no hay un problema de negocio detrás de su posición contraria al botellón. "No es la defensa del negocio lo que nos mueve. Llevamos más de una década conviviendo con él. ¿Por qué se tiene que proteger", se cuestionó.

El director del Grupo Cursach desglosó todas las contraindicaciones que, a su juicio, acarrea el botellón. "El consumo de alcohol a bajo precio, sin control genera un comportamiento inadecuado. Hay una incitación del consumo de alcohol a edades muy tempranas. Nosotros no vamos a competir con eso. Permitir el botellón contradice la construcción de un Palacio de Congresos en el Paseo Marítimo y hoteles de cinco estrellas".