El grupo municipal del Bloc en el ayuntamiento de Palma reclamó ayer "efectividad" en el cumplimiento de las ordenanzas municipales existentes en materia de limpieza viaria y ruidos para poner fin al "incumplimiento importante de las normas de convivencia" que sufren los habitantes de la ciudad "en forma de ruidos, suciedad, actos vandálicos contra el mobiliario urbano e inseguridad vial".

El teniente de alcalde Eberhard Grosske, junto con la concejala de Cultura y Juventud, Nanda Ramón, y la de la Vivienda, Magdalena Palou, insistieron ayer en que sólo una parte de los problemas relacionados anteriormente se derivan de la práctica del botellón, por lo que, a su juicio, lo importante no es redactar una nueva ordenanza para atajar este fenómeno, sino que se cumplan las actuales normas.

En rueda de prensa, insistieron en que la coalición de izquierdas, tal como han reiterado en diversas ocasiones no se opone a la eventual aprobación de una ordenanza de civismo "que harmonice las existentes y facilite la eliminación de las conductas incívicas", aunque no están de acuerdo con el borrador redactado por la concejalía de Igualdad y Derechos Cívicos. En concreto, consideran que este borrador contiene una serie de deficiencias que, desde su punto de vista, deben corregirse.

En primer lugar, "se centra exclusivamente en el fenómeno del botellón y descuida otras problemáticas", igualmente incívicas y que atentan contra la convivencia. Otro problema del borrador es que "tiene como principal objetivo desplazar el botellón a otras zonas y, además, no se podrá aplicar el presente mandato. Asimismo, critican también que no contemple la prohibición del consumo de alcohol por parte de menores.