Tal como destacó ayer la alcaldesa en la presentación del acuerdo con Defensa, la urbanización del antiguo acuartelamiento de Son Busquets, es parte del pago que el Ayuntamiento acordó con el Ministerio como justiprecio de las viviendas militares del Baluard del Príncep.

El acuerdo se plasmó en 1998 en un convenio entre ambas administraciones y fue incluido en la revisión del Plan General definitivamente aprobada el 23 de diciembre de este año por el pleno del Consell de Mallorca.

Según el planeamiento vigente, en Son Busquets se permitía construir 1.668 viviendas libres, lo que suponía una previsión de 5.000 habitantes con una densidad de población de 150 viviendas por hectárea, y se destinaba el 5,4% de la superficie a equipamientos.

Cuando Defensa redactó el Plan Especial, agotó la edificabilidad, aunque duplicó el porcentaje destinado a equipamientos pasando al 10,6% de la superficie total. A propuesta del Ministerio –siendo director general Joan Mesquida– se introduce el compromiso de que la mitad de las 1.668 viviendas serán de protección pública.

Pese a ello, el Plan Especial fue muy contestado, especialmente por los vecinos de la zona, y recibió más de 1.000 alegaciones, muchas de ellas contrarias a que se permita una población de 5.000 habitantes en unas barriadas carentes de equipamientos y servicios.

Por último Calvo recordó su compromiso electoral de rebajar el número de habitantes que se materializó inicialmente en en una reducción de 354 viviendas, considerada por Cort como insuficiente.