Desde finales del mes de diciembre de 2008, el edificio que había sido sede de Gesa se encuentra en un ´limbo jurídico´ por lo que se refiere a la propiedad. La companía eléctrica considera que el inmueble es propiedad de Josel S. L., una filial de la constructora Núñez y Navarro que, en 2004, adquirió por 70 millones tres solares situados en primera línea del litoral de Llevant para la construcción de pisos de lujo, incluyendo el que ocupa el inmueble.

La compañía catalana, pese a que el edificio está en estos momentos inscrito a su nombre, litiga con el vendedor –Gesa– por incumplimiento de contrato, puesto que se le debía entregar el solar libre de construcciones. De hecho, Josel S. L, a finales de diciembre de 2008, no quiso recibir las llaves del inmueble, por lo que Gesa las depositó en una notaría. Y allí siguen.

Mientras tanto, el actual equipo de gobierno calcula que "dentro del primer trimestre del próximo año" será de su propiedad, cuando se haya aprobado definitivamente el proyecto de reparcelación de la última modificación del Plan General de Ordenación Urbana que califica el inmueble –que ahora no puede derribarse porque en 2007 fue declarado por el Consell de Mallorca Bien Catalogado– de titularidad pública y de uso público, al igual que el resto de solares situados en primera línea entre la Costa del Gas y el nuevo palacio de congresos.

Cuando se produjo la adquisición por parte de Josel S. L. hacía poco menos de un año –en mayo de 2003– que el Consistorio presidido por Joan Fageda había culminado una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Palma que proyectaba la construcción de viviendas de lujo en primera línea, incluyendo el derribo del edificio de Gesa.

En este contexto, Josel S. L., compró a la compañía eléctrica los tres solares mencionados –incluyendo el que ocupa el inmueble, que debía derribarse– y pactó con la empresa presidida por el ex conseller Bartomeu Reus que la entrega del solar, ya sin el edificio, se realizaría en diciembre de 2008. Se trata de la misma fecha que Gesa había pactado con el ayuntamiento de Palma para la ejecución de la reurbanización de esta primera modificación del sector de Llevant que, en síntesis, rebajaba la edificabilidad prevista en primera línea y se la compensaba, multiplicada por dos, en solares de su propiedad situados en el Polígon de Llevant y en Son Molines.

Asimismo, para "compensar" el coste que para la compañía eléctrica supondría el tener que derribar el edificio se pactó y firmó con el Ayuntamiento que la administración local renunciaba al 10% de los solares que, por ley, le corresponden, en cualquier proceso de urbanización. Mientras tanto, el colegio de Arquitectos de Balears solicitó al Consell que estudiara la preservación del inmueble. Ésta se aprobó en 2007 mediante la figura de Bien Catalogado, que impidió, además de su derribo, que se cumplieran las expectativas urbanísticas esta primera línea tanto de Josel S. L como de Mapfre, otro propietario.