El fiscal no aceptará que Javier Rodrigo de Santos utilice como atenuante la drogadicción para justificar el empleo de una tarjeta Visa del Ayuntamiento de Palma para pagar unos servicios sexuales.

De momento no hay ningún informe médico que señale que el ex teniente de alcalde sea consumidor de droga. La única noticia que se tiene sobre esta cuestión nace de las declaraciones que ha realizado el entorno del ex teniente de alcalde. De hecho, en medios jurídicos se considera que teniendo en cuenta que las pruebas contra De Santos son tan claras que la drogadicción es la única baza que le queda a su abogado para evitar que su cliente ingrese en prisión. La absolución está prácticamente descartada. Esta misma semana está previsto que el político conservador ingrese en un centro de desintoxicación en Madrid para superar esta adicción.

Fuentes próximas a la investigación señalaron que no es suficiente que una persona demuestre que es consumidor de drogas para atenuar su responsabilidad, y mucho menos cuando se trata de un delito de malversación de fondos públicos. "No es lógico que una persona sea capaz de día de dirigir toda la política urbanística de Palma y de noche no pueda controlar sus impulsos y tenga que utilizar la tarjeta del Ayuntamiento para satisfacer sus deseos sexuales", señaló ayer la citada fuente. "Si una persona es drogadicta lo es todo el día, no sólo de noche", insistió.

En la querella presentada por la fiscalía anticorrupción se anuncia que se aplicará la agravante de notoria importancia contra Rodrigo de Santos. El pasado viernes el ex teniente de alcalde devolvió 50.000 euros a las arcas municipales, que responden a una iniciativa del abogado defensor Bartomeu Vidal para que se le aplique la atenuante de reparación del daño. Esta atenuante contrarrestaría la agravante de la notoria importancia.

Sin embargo, el Código Penal es muy severo con los delitos de malversación cometidos por funcionarios públicos. La fiscalía no quiere que con unos hechos tan graves como los supuestamente cometidos por De Santos una maniobra jurídica como puede ser un informe de drogadicción pueda eludir una condena de prisión. En cierta forma sería un mal ejemplo frente a las demás causas por malversación de fondos públicos cometidas por otras personas que se están investigando.

Además de sus visitas a "Casa Alfredo", local de prostitución masculina, lo que se ha demostrado hasta ahora es que el ex teniente de alcalde sobrepasaba con creces los límites de la tarjeta de crédito. La Visa Business de la empresa municipal que presidía tenía un límite de gasto mensual de 3.000 euros. En una sola noche de juerga De Santos llegó a gastarse casi 1.500 euros. Y a pesar de ello las alarmas en la contabilidad municipal nunca saltaron. La fiscalía tiene constancia de que el ex concejal entregaba los justificantes de las ocasiones que cargaba la tarjeta, y nadie se dio cuenta de que se trataba de gastos particulares en saunas y clubes de alterne homosexuales de Palma. Y mucho más difícil es de entender cuando se comprueba que sólo en el local "Casa Alfredo" Rodrigo de Santos llegó a entregar hasta 81 tiquets de la tarjeta Visa y, aún así, nadie del departamento contable ni de otras instancias municipales lo detectaran.

Por otra parte, la jueza que se ha hecho cargo del caso aún no ha decidido qué día llamará a declarar a De Santos, aunque se prevé que no se demorará muchos días.