Dado que el margen de maniobra se ha estrechado del todo, no quedaba más remedio que el de cambiar por completo de estrategia. Los plazos, una vez dilatados al máximo, se han agotado y las herramientas legales disponibles han quedado inutilizadas por exceso de uso. El resultado de todo ello es que el tiempo, que siempre ha jugado a favor de Jaume Matas, ya le va directamente en contra. El expresident debe contar al revés a partir de ahora y actuar desde la evidencia de que cuánto menos tarde en ingresar en prisión, antes saldrá de ella o podrá obtener el tercer grado que le permitiría libertad diurna.

Las manifestaciones de la letrada de Jaume Matas confirman el cambio de posición forzada por las circunstancias, que no son otras que las disposiciones judiciales en forma de condena y la negativa de un indulto que, en el caso de haber sido otorgado, se hubiera vuelto demasiado llamativo. Pilar Gómez Pavón indicó ayer que su cliente no está bien, que la convalecencia de una intervención quirúrgica en un oído, le impiden viajar, pero que no realizará maniobra alguna para dilatar más su ingreso en prisión. De tales manifestaciones se deduce también con claridad que Matas entrará en un centro penitenciario de las proximidades de Madrid, donde ahora tiene su residencia y sus inquietudes.

El expresident y exministro no pude viajar. Tampoco tiene el menor interés en hacerlo. Ahora, lo que más le complacería es que este archipiélago se olivara de él, cosa literalmente imposible, a la vista de las secuelas de su acción de gobierno. Ya no es sólo la condena a nueve meses de cárcel por el caso del tráfico de influencias en la contratación de Antonio Alemany, a Matas le quedan por afrontar los procesos judiciales de mayor calibre, vinculados al Palma Arena y al llamado caso Nóos.

La orden de entrada en prisión, activada desde el momento en que el Consejo de Ministros rechazó la petición de indulto, ha iniciado su recorrido de regreso a Madrid en busca de su destinatario. Cuando Jaume Matas firme su recepción dispondrá de cinco días naturales para incorporarse a un centro penitenciario. Ahora ya no se trata de usar más resortes para postergar las resoluciones judiciales. Conviene más bien comenzar a cumplir la condena, por haberse aprovechado en su día de una posición preferente y, de este modo, acabarla cuanto antes.

Matas no estará los nueve meses asignados en prisión. A lo sumo, cuando haya saldado dos terceras partes, al alcanzar los seis meses, podrá solicitar el tercer grado que sólo le obligaría a pernoctar entre rejas. Todo ello al margen del recorrido que haga el recurso de amparo interpuesto ante el Tribunal Constitucional por un Jaume Matas que sigue proclamando su inocencia. Pero al expresident no le queda más alternativa que la de asumir definitivamente su encarcelamiento. Todo indica que a finales de la presente semana comenzará a cumplir la pena con el efecto complementario de cerrar el circuito de primeras autoridades de esta comunidad que se quedan sin libertad por su nefasta gestión y la prioridad concedida a los intereses particulares.