El Govern va a recurrir al comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, para que respalde el cierre de la central de Es Murterar, al tiempo que ha solicitado también un encuentro con la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, con ese mismo motivo.

El argumento que los representantes del Ejecutivo autonómico van a esgrimir es bien simple: la propia Comisión Europea ha reclamado que los territorios insulares se conviertan en zonas piloto en las que impulsan las medidas previstas para combatir el cambio climático.

Tres son las reuniones que los representantes de la conselleria de Territorio y Energía pretenden mantener para lograr que se proceda al cierre gradual de la central de carbón de Es Murterar, según destaca el titular del citado departamento, Marc Pons, porque a las de Arias Cañete y García Tejerina se suma otra con la comisión de expertos para la transición energética creada por el Ministerio que lidera esta última.

Las correspondientes cartas solicitando esas entrevistas ya han sido remitidas a sus destinatarios y, según el conseller, los contactos que se han mantenido apuntan a que el encuentro con el comisario europeo y con los citados expertos podrían tener lugar durante los dos primeros meses de 2018. Todavía no se baraja fecha con la ministra.

Hay que recordar que el Govern pretende cerrar en 2020 dos de los equipos de Es Murterar, dejando para 2025 el cierre de los otros dos. Su producción debería ser sustituida por la de las centrales de gas de Son Reus y Cas Tresorer y por la de las instalaciones fotovoltaicas que se están tramitando.

Pero pese a que los contactos iniciales habían sido positivos, finalmente esta iniciativa ha sido rechazada por el ministerio de Energía, y más concretamente por su secretario de Estado en la materia, Daniel Dávila. Pons ya había advertido de que si no se autorizaba el citado cierre, se iba a abrir una guerra entre ambas Administraciones. Y el primer campo de batalla al que el conseller quiere llevar este combate es al de la Unión Europea, utilizando para ello las mismas palabras lanzadas por Arias Cañete.

Desde el Govern se recuerda que la Comisión Europea ha marcado ya las líneas de actuación para frenar el cambio climático, pero el propio Arias Cañete ha señalado que los territorios insulares son idóneos para adoptar medidas como pruebas piloto (este tema se abordó en la declaración firmada el pasado mayo en Malta y en el foro de Creta en septiembre).

El cierre de Es Murterar, considerada como una de las diez instalaciones más contaminantes de España (en la lista aparecen más centrales de Endesa, entre otras) está marcado por el Govern como una de las medidas fundamentales para conseguir un drástico recorte de las emisiones con efecto invernadero, a la que se suman el impulso a las energías alternativas y la implantación de los vehículos eléctricos (las empresas de rent a car deberán tener toda su flota compuesta por este tipo de automóviles en 2030).

Un problema de costes

Desde el Gobierno central se alega la imposibilidad de suprimir las centrales de carbón existentes alegando el fuerte encarecimiento de los costes que eso supondría. Hay que tener en cuenta que la generación de este tipo es más económica que la de gas.

Sin embargo, el argumento esgrimido por Marc Pons es que lo que se debate no es la supresión de todas las centrales de carbón del país, sino de las de Baleares, agarrándose precisamente a las palabras de Arias Cañete respecto a que las islas deben de ser zonas piloto en este tipo de iniciativas.

Además se recuerda que el archipiélago es una zona de servicios, principalmente turísticos, y no una región industrial, por lo que el impacto del cierre de unas instalaciones tan contaminantes como las de Alcúdia se multiplica.