La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Balears ha rechazado la querella que presentaron dos abogados del caso Cursach contra el juez Penalva y el fiscal Subirán. La querella fue presentada, a través de dos abogados, por la hermana de un rumano que está en prisión acusado de agredir al testigo protegido número 29. Junto al texto de la querella se presentó una grabación clandestina, que el TSJB critica con dureza, que se realizó sin la autorización de Penalva y en la que se recoge el interrogatorio a varios testigos que declararon a favor del detenido, en las que el juez sospecha que están mintiendo, de allí que les indique que pueden incurrir en un delito de falso testimonio.

Esta querella, presentada el pasado mes de agosto, ha sido varias veces ampliada. La Sala cuestiona que el abogado que intervino en el interrogatorio de los testigos no pusiera ningún reparo al texto, suscrito por el secretario judicial, en el que recogía las manifestaciones. El letrado exigía que, debido a las contradicciones, las declaraciones de los testigos quedaran grabadas, situación que el juez rechazó debido a la falta de medios del juzgado. El TSJB señala que "el derecho de defensa, en lugar de ejercitarse en su correspondiente proceso, se ha sustituido por un método inédito hasta la fecha: la grabación clandestina destinada a cuestionar, combatir y atacar unas actas frente a las que en su momento no se produjo ninguna reacción en términos de defensa".

También rechaza el tribunal, tal como denunciaban los dos abogados, que juez y fiscal intentaron forzar a un testigo a que identificara a una serie de policías implicados en la trama policial, enviando mensajes a los policías que atendían al testigo en la declaración que realizaba a través de una videoconferencia. Esta situación motivó la ampliación de la querella inicial planteada por los dos letrados que la firman. El auto señala que "no parece ni lógico, ni habitual, ni siquiera imaginable, que un juez y un fiscal se dediquen a perpetrar delitos estando ambos en sede judicial, acompañados de un funcionario y sabiendo perfectamente que están siendo grabados mediante el sistema oficial que utiliza la cámara fija". Además, insiste el tribunal, el juzgado entrega después dicha grabación. El TSJB ha mirado las imágenes y descarta que el testigo declarara de intimidada, sin olvidar que esta misma persona ya había declarado antes y había identificado a los mismos policías.

Por último, el tribunal menciona el episodio de la 'madame' y el contenido de unos WhatsApp que mantiene con el juez y que entregó al abogado Vicente Campaner, uno de los firmantes de la querella. El auto señala que "desconocemos cómo, cuándo, dónde, porque y especialmente para qué, con qué finalidad la testigo hizo entrega de un material audible y escrito a personas que no intervinene en las conversaciones reproducidas y con qué autorización la recibieron éstas (el abogado). El tribunal ha escuchado las conversaciones y no aprecian ninguna irregularidad en las palabras que juez y fiscal le manifiestan a la testigo protegida, cuando señala que está aterrada. En la grabación le insisten a la testigo que manifieste la verdad, situación que el TSJB interpreta que no es cierto que indujeran a la testigo a presentar pruebas falsas, como señalaba en la querella. "Se concluye que ninguna intimidación, ni tampoco inducción a falsear la verdad, se dirige a la testigo. Sí se desprende, también otra vez más, la tesis y convicción sobre la culpabilidad de los investigados alcanzado por uno de sus interlocutores, a la vez que el propósito o m´s bien el deseo de que los implicados sean condenados", señala la resolución judicial. El TSJB señala que no es ningún delito que el juez instructor o el fiscal alcancen una convicción personal sobre la culpabilida de los investigados. Otra cuestión será el análisis de la corrección en el trato, la serenidad en las formas, cuestión de estética, eventuales defectos procesales o problemas de imparcialidad".

Sobre los mensajes de WhatsApp que el juez y el fiscal mantienen con la testigo protegida 31, que ella entregó al abogado, el TSJB alcanza la convicción de que son mensajes en los que Penalva y Subirán pretenden tranquilizar y serenar a la 'madame'. Le indican que siga adelante con su testimonio para conseguir la condena de los investigados, rechazando que sea un intento para amedrentar a la mujer.

Además de rechazar la querella, el TSJB ha decidido remitir testimonio de la resolución al promotor de la denuncia que se presentó contra el juez Penalva ante la comisión disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial. También se envia copia al Colegio de Abogados de Baleares, porque la persona que solicitó autorización ante Delegación de Gobierno para realizar una manifestación contra el juez y fiscal, que se trasladó hasta la puerta del TSJB, es un abogado en ejercicio. Esta resolución no es firme y se puede presentar un recurso de queja contra el mismo tribunal.