Ofensiva para apartar al juez y el fiscal de la investigación del caso Cursach. Dos abogados, José Ignacio Herrero y Vicente Campaner, han ampliado la querella que en su día presentaron contra Manuel Penalva y Miguel Ángel Subirán, basándose en un cambio de versión de la testigo clave de la investigación, que causó ayer sorpersa en ámbitos judiciales. La antigua madame del club de alterne, que aseguró que el empresario financiaba las orgías sexuales de José María Rodríguez y Álvaro Gijón, afirma ahora que fue empujada por el juez y el fiscal para declarar en un determinado sentido.

La querella aporta también la transcripción de mensajes de whatsapp y de grabaciones de audio, que habría hecho la mujer en el juzgado, con conversaciones con el magistrado y el fiscal, que según los letrados son "reveladoras de actitudes que nada tienen que ver con la instrucción de delitos".

Juez y Fiscal negaron ayer estas acusaciones. Según la denuncia, que ayer todavía no se había registrado en el TSJB, la testigo se puso en contacto, de "forma absolutamente voluntaria" con el abogado Campaner. No señala ni la fecha ni el lugar de este encuentro. Sin embargo, en la querella se asegura que "el motivo ha sido narrarle las verdaderas circunstancias en las que se han vertido los testimonios en el procedimiento llamado Sancus/Cursach".

Los querellantes aseguran que a través del testimonio de esta mujer se ha construido sin buscar "la verdad material", un procedimiento que "soporte un posterior juicio bien construido que pueda dar lugar a una condena, sin importar la verdad".

En el escrito que justifica la ampliación de la querella contra los dos funcionarios se asegura que ahora la testigo se siente arrepentida "por la responsabilidad de que existan personas en prisión que no merecen esa situación". Y los letrados aseguran que en las pruebas que aportan ahora, basadas en este repentino cambio de declaración de la mujer, "acreditan las reprochables actuaciones del señor Penalva, el señor Subirán y los integrantes del grupo de Blanqueo".

La testigo, que se enfrentó con firmeza a un careo con los abogados que duró ocho horas, realizó una grabación clandestina en el despacho del juez Penalva. Los abogados aportan estas grabaciones como pruebas y se asegura que se oyen "los comentarios, aseveraciones y preguntas que se hacen para construir un acto de declaración, en la que la testigo, con absoluta naturalidad, pregunta qué debe contestar, qué debe decir ante determinadas preguntas e incluso reconoce haber dado datos falsos".

Mensajes del juez con la testigo

Otra prueba que se aporta son los pantallazos de unas conversaciones vía whatsapp que mantienen el fiscal y el juez con la mujer. El escrito realiza una transcripción del contenido de estos mensajes, en los que el juez, según consta en la querella, le dice a la testigo: "Cuando quieras y puedas a ver como atamos los cabos sueltos para que no te dejen por mentirosa".

En la ampliación de esta querella contra los funcionarios se pide que "a la vista de que los implicados en la presente causa y sus auxiliares (grupo de blanqueo) están en poder de armas de fuego, se interesa se les retire el arma y que se proceda a su inmediata detención".