El nuevo Obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, ha realizado una homilía muy religiosa, pero dejando mensajes de cómo será su actividad pastoral al frente de la Diócesis de Mallorca. Ha mandado un mensaje claro de que quiere la unidad a la Iglesia de Mallorca y ha reconocido que tiene muchas sugerencias para acometer cambios en el Obispado. Después de un año como administrador apostólico, el nuevo prelado conoce perfectamente que uno de los problemas de sus antecesores ha sido la falta de unión de la comunidad religiosa.

No obstante, Taltavull se ha marcado un reto mucho más importante. El de abrir y conectar a sociedad con la iglesia: "Buscamos nuevos caminos, los que hoy debemos recorrer en nuestra tierra, para que Jesús y el evangelio sean conocidos, vividos, celebrados, y testimoniados por todos nosotros. Nuestro servicio pastoral va dirigido a todos y todas sin exclusión y ello nos debe mantener siempre trabajando".

Al mismo tiempo, monseñor Taltavull ha reivindicado el papel de la Iglesia en la sociedad mallorquina. "Pese a que en ciertos momentos se nos niegue la actuación pública, se nos relegue al silencio y nos afecte la indiferencia, sabemos que existimos para evangelizar y ello no lo podemos hacer si no salimos a la calle y si no hablamos con palabras claras y de ánimo a las comunidades paroquiales". El prelado ha querido dejar claro que la Iglesia "no está hecha para callar".

Más de 3.000 personas han participado en la eucaristía de acción de gracias por el nuevo Obispo de Mallorca. La presencia del Blavets de Lluc con sus cánticos ha sido uno de los momentos más emotivos, junto a la entrega del báculo al nuevo prelado de Mallorca por parte del nuncio del Vaticano, Renzo Fratini. La participación de la emblemática Escolania de Lluc ha tenido un carácter simbólico muy especial, ya que el propio Taltavull ha encomendado su ministerio pastoral a la Mare de Déu de Lluc.