La presidenta del Govern, la socialista Francina Armengol, abrió ayer el debate sobre el Estado de la Comunidad con un discurso en el que desgranó las actuaciones de su Ejecutivo en las distintas áreas durante los dos primeros años de legislatura, contentó a sus socios de Més y Podemos con la batería de medidas que anunció y reservó para hoy, cuando se producirá su primer cara a cara con el líder del PP balear, Biel Company, la artillería pesada. Armengol tuvo cuidado en su intervención de centrar sus críticas a los populares en la gestión del anterior Govern, para compararla tanto en formas como en resultados con la de su Gabinete, pero procuró no lanzar sus dardos contra el PP de Company, al que incluso le lanzó algún reconocimiento dificultando así, al menos de entrada, una respuesta agresiva hoy por parte del presidente popular.

Durante hora y cuarto la presidenta dibujó una Comunidad en el ecuador de la legislatura que, según su relato, ha mejorado considerablemente desde que el Pacto llegó al poder en 2015. "En estos dos años Balears han cambiado de manera clara y a mejor", dijo Armengol quien resaltó que no se refería con estas palabras sólo a "la mejora económica", sino a una manera de gobernar diferente. "Estoy hablando de que hemos creado, entre todos, un clima de mejor convivencia, más democrático, basado en el diálogo, la transparencia y la honradez, en el que las instituciones de las islas ya no están para reñir a los ciudadanos, sino para escucharlos y servirlos". afirmó, casi al principio de su exposición.

Iniciativas

Entre las iniciativas que anunció, las más potentes están relacionadas con la vivienda, cumpliendo así con las exigencias de Podemos en este ámbito. Resaltó la puesta en marcha de un nuevo plan de viviendanuevo plan de vivienda, previo a la Ley que prepara el Ejecutivo, que estará dotado "con más de 50 millones de euros en tres años" "con más de 50 millones de euros en tres años"procedentes del impuesto turístico, con un bloque de medidas fiscales que se incluirán en el proyecto de presupuestos que aprobará este viernes el Govern para el próximo año.

Entre ellas, resaltó desgravaciones fiscales, deducciones y aumento de las ayudas para el alquiler incrementando el complemento que daba a las subvenciones estatales hasta los 900 euros en todas las islas. A ello añadió la construcción de 486 viviendas protegidas.

También anunció beneficios fiscales en el ámbito de la educación, con una deducción del tramo autonómico del IRPF para los alumnos que cursan estudios superiores fuera de su isla, además de mantener congeladas las tasas en la franja baja en estudios universitarios. Armengol aseguró que cuando acabe la legislatura el Govern habrá invertido más de 1.000 millones en educación y formación, de los que cien millones corresponden a "nuevos centros, grandes reformas y ampliaciones".

En cuanto a política sanitaria, anunció la recuperación en la primera mitad del próximo año del decreto de garantía de demora que eliminó el anterior Govern del PP, además de medidas ya anunciadas como las oposiciones para 4.500 plazas sanitarias y la reforma y construcción de nuevos equipamientos.

En el ámbito laboral sostuvo que Balears se ha convertido en "una referencia para todo el Estado" por ser "un ejemplo de cómo el diálogo contribuye a la generación de riqueza", resaltando la disminución del paro y el acuerdo en hostelería para subir el salario en un 17%. Junto a ello, anunció un plan para parados de larga duración de entre 30 y 45 años de edad, que trabajarán tres meses para la administración y después entrarán en las empresas privadas, que recibirán una ayuda de 3.500 euros si los contratan durante seis meses. Además, el Govern pondrá en marcha el próximo año un programa que "garantizará un puesto de trabajo y autonomía durante un año a todas las mujeres que hayan sido víctimas de la violencia machista".

Reconocimiento al PP

A lo largo de su discurso, en el que el peso recayó en las políticas sociales, Armengol destacó constantemente el "diálogo" como el denominador común de su Govern, cuya política se basa en los Acuerdos por el Cambio suscritos por los partidos del Pacto, que definió como "un proyecto coral, abierto y plural que abraza el principio más bello de la democracia: el diálogo".

Junto a la defensa del Pacto, lanzó reconocimientos al PP balear, el principal partido de la oposición, en cuestiones como la negociación del REB, que los populares de las islas han asumido que "es una cuestión de Estado". Si en este asunto resaltó los avances en la negociación con el Gobierno central, en lo que se refiere a un nuevo sistema de financiación autonómica dejó claro que no era optimista ya que el Ejecutivo de Mariano Rajoy "incumple los plazos y plantea más problemas que soluciones".

El segundo guiño al PP de Company lo lanzó al final de su discurso, para defender "el diálogo vocacional como el que impulsa un proyecto que evoluciona, mejora y crece con la aportación de todos, también de los que, en su día, emplearon la mayoría absoluta para arrinconarlo".